jueves, 21 de julio de 2011

El desembarco chino

China ya tiene inversiones en Argentina por 15 mil millones de dólares en minería, petróleo, telecomunicaciones y transporte. El año pasado maduraron los proyectos anunciados.

¿Por qué un país como China estaría interesado en invertir en la Argentina? La respuesta podría cobrar mayor relevancia cuando asisten más de 300 empresarios y representantes de compañías chinas a un seminario sobre inversiones multilaterales. “El año pasado fue el punto clave donde se gatillaron las inversiones en la Argentina. Actualmente generamos 5800 puestos de trabajo genuino y creemos que en los próximos cinco años podremos crear otros 4000. A través del trabajo conjunto, nuestras relaciones subieron un escalón”, sostuvo el viceministro de Comercio, Wang Chao, al disertar ayer en el China World Summit Wing Hotel. “Estamos condenados al éxito”, fue la síntesis que utilizó el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kleckler, para cerrar su visión de las relaciones bilaterales, frase que pasó inadvertida entre los chinos, pero no para la delegación argentina. La apertura del encuentro estuvo a cargo de Julián Domínguez, ministro de Agricultura, quien explicó las posibilidades de encontrar valor agregado en los productos nacionales. Al término del encuentro hubo una conferencia de prensa donde la pregunta más insistente de los periodistas chinos fue si la Argentina tenía la capacidad suficiente de producir maíz para abastecer las necesidades de China.
Según los datos difundidos por Chao, el comercio bilateral creció el año pasado un 65 por ciento: sumó 12.918 millones de dólares. El funcionario chino omitió el dato de que el año pasado la balanza comercial fue deficitaria para la Argentina, en aproximadamente 2000 millones de dólares, mientras que en el primer semestre de 2011 ya se superó el déficit de todo el año pasado. Además de los temas agrícolas, el viceministro de Comercio ponderó las inversiones en minería, petróleo, telecomunicaciones, transporte. “Ya tenemos invertido en ferrocarriles, subtes y transporte aproximadamente 15.000 millones de dólares. Hemos logrado, por ejemplo, muchos avances con el Belgrano Cargas”, sostuvo Chao.
Por las inversiones en minería se encuentra en China el secretario del área, Jorge Mayoral, cuya misión de negocios es encabezada por Kleckler. También los acompaña en la delegación el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, quien firmó un acuerdo con el Estado chino para ceder en concesión más de 300.000 hectáreas para la producción agropecuaria, tema que fue aprobado por el Parlamento rionegrino. “Notamos que existen tendencias estructurales que favorecen las inversiones entre ambos países. Argentina tiene lo que el mundo demanda para el futuro. Esto no es un dato menor a la hora de que los inversores decidan dónde colocar su dinero. La Argentina presenta ofertas rentables, estabilidad macroeconómica y política. Estamos condenados al éxito (sic)”, concluyó Kleckler, mientras se escuchan los aplausos de los empresarios chinos que no conocen la procedencia de esa frase (Eduardo Duhalde), la cual no cayó muy simpática entre los integrantes de la comitiva argentina.
El momento más interesante del seminario fue la conferencia de prensa posterior.
–¿Qué medidas se tomaran para que las exportaciones de soja tengan mayor valor agregado? –preguntó una periodista de la revista LatinChina.
–A través del Plan Estratégico Agroalimentario presentaremos una iniciativa para que las universidades nacionales realicen proyectos de investigación que permitan evaluar nuevos mercados y nuevas necesidades. A partir de ese diagnóstico, podremos producir mayor valor agregado –respondió Domínguez.
Las preguntas más reiterativas apuntaron a la producción de maíz. “Tienen un shock muy fuerte, ya que pasaron de ser productores netos y exportadores a tener que importar de un día para el otro. Eso, para una economía que planifica todo, es un cambio fuerte de paradigma”, explicó a Página/12 Oscar Solís, subsecretario de Agricultura. Todo transcurría con normalidad, hasta que un periodista de la agencia Bloomberg preguntó: “¿Cómo afectan las medidas antidumping a la relación bilateral?”
Domínguez y Kleckler se miraron.
–No es un tema de mi cartera, respondió el ministro de Agricultura.
–De la mía tampoco –acompañó el vicecanciller, entre risas. Aunque después aclaró: “Noso-tros queremos comprarle a China, pero el déficit comercial para la Argentina es muy fuerte. Sabemos que éste es un tema sensible pero el todo es más que la suma de las partes”.

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