Se trata de servicios que nunca superan los cuarenta viajeros –algunos de ellos tienen registros de ocupación máxima de sólo dos pasajeros-, límite por debajo del cual le autobús e incluso el coche privado ofrecen un coste económico y medioambiental más favorable que el ferrocarril, según la SNCB.
La decisión es una más entre las numerosas mediadas tomadas para mejorar la situación financiera de la operadora belga y afectará a 170 trenes de servicios interiores y a veintitrés de tráficos internacionales, si bien par la eliminación de estos últimos será necesaria un negociación con los operadores extranjeros con los que se comparten los servicios.
Líneas afectadas
En la línea Amberes-Norderkempen serán cuatro los servicios eliminados, con ocupaciones máximas entre los nueve y los 37 viajeros, en la línea Amberes-Essen serán dos trenes cuya ocupación máxima es de once pasajeros, y en la Turnhout-Herentals-Lier-Amberes, doce que oscilan entre los nueve y los 38 pasajeros en el mejor de los casos.
En la línea Amberes-Bru se eliminarán dos trenes, uno en la Amberes-Mechelen-Leuven, dos en la Mechelen–Halle, tres en la Hasselt-Gante y siete en la Lieja-Hasselt. Ninguno de ellos supera los 36 viajeros y algunos servicios como el Hasselt-Tongeren alcanzó un máximo de dos viajeros.
En la línea Leuven-Hasselt se eliminarán dos trenes, ocho en la Bruselas- Leuven-Lieja/ aeropuerto, siete en la Lieja-Aquisgrán, cinco en la Brujas-Zeebrugee/Knokke/Blankenbergen, cinco en la Puurs-Amberes, uno en la Gante St Pieters-Dendermonde –Mechelen y treinta en la St. Niklaas–Dendermonmde-Bru. Ninguno ha registrado más de los cuarenta pasajeros y varios tienen su mejor registro en los tres.
Dos trenes se eliminarán en la línea Kortrijk-Poperringe, en la Saint Ghislain-Quievrain, en la Louviére-Luttre, y en la Ath-Mons, uno en la Gante-Deinze, enlas Gante-Geraardsbergen, en la Enghien-Geraardsbergen en la Binche-Bru y en la Ath-Geraardsbergen, tres en la Tournai-Mouscron, seis en la Aalst-Burst y en la Charleroi-Braine le Comte, cinco en la Kortrijk-Bru y en la Quévy-Mons-Bru, y quince en la “Dorsal Valona” (Lieja-Namur-Charleroi-Mons-Tournal). Sus máximas ocupaciones oscilan entre los tres y los39 viajeros.
También se eliminarán doce trenes en total en las líneas que unen Charleroi con Nivelles, Erquelinnes y Couvin, tres en la Ottignies-Leuven y en la Arlon-Athus/Libramont-Bertrix, cinco en la Namur-Lovaina, y dos en la Namur-Luxemburgo. Ninguno supera un máximo de 32 viajeros y la mayoría está por debajo de los quince.
Por último hasta otros veintitrés trenes transfronterizos, diecisiete de ellos con un número máximo de viajeros por debajo de los cinco, se podrían eliminar.
Plan Otoño
Asimimso, los Ferrocarriles Belgas, SNCB, han tomado una serie de medidas, englobadas bajo el nombre de Plan Otoño, que garantizan un servicio de calidad a los viajeros frente a las inclemencias meteorológicas de los próximos meses.
El Plan contempla combatir el problema de la reducción de la adherencia de la rueda sobre el carril, relacionada con la caída de las hojas, la lluvia, la nieve y el hielo, y se une a las medidas especiales que el gestor de infraestructuras belga, Infrabel , implanta en esta época del año.
En otoño, esos fenómenos climáticos, la humedad ambiental que provocan y el paso sucesivo de convoyes transforman las hojas muertas caídas sobre las vías en e una especie de “paté vegetal” que dificulta el correcto contacto de los aceros de rueda y carril.
Para reducir las consecuencias de esos fenómenos, SNCB cuenta en sus locomotoras con areneros, sistemas antipatinaje que refuerzan la eficacia del frenado, y por un sistema antibloqueo de ruedas similar al ABS de los automóviles.
Adicionalmente, locomotoras de auxilio estarán dispuestas en las zonas con los tramos más conflictivos, para dar tracción suplementaria a las unidades en dificultades. Asimismo, los conductores han recibido cursos de refresco sobre conducción en condiciones meteorológicas complicadas, centrados muy espacialmente en el frenado.
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