jueves, 13 de octubre de 2011

Riad impone su ritmo a Renfe y Adif en la firma del AVE a La Meca

Un grupo de peregrinosmusulmanes en un viaje a LaMeca en avión.


El pasado 18 de julio se recibió la carta más deseada en la sede del consorcio español que, capitaneado por Renfe, Adif y Talgo, se había constituido en 2005 con 17 empresas nacionales para optar a la construcción del tren veloz entre las ciudades santas del islam de La Meca y Medina.

La misiva estaba firmada por el Gobierno de Arabia Saudí y por los responsables de SRO, su empresa de ferrocarriles. Se emplazaba a los españoles a presentarse el 13 de agosto en Riad a discutir aspectos "menores" del contrato. Por la redacción de la carta, los representantes del consorcio interpretaron que, por fin, la industria española podía darse por ganadora de un gran proyecto internacional de AVE con 6.500 millones de inversión.

Atrás quedaban seis años de competencia con media docena de grupos de los cinco continentes especializados en alta velocidad ferroviaria y 12 meses de lucha a cara de perro con el otro grupo finalista liderado por las empresas francesas Alstom y SNCF. Parecían también cosa del pasado las intensas negociaciones con la empresa licitadora SRO, cuajadas de continuas exigencias y de frenazos inexplicables.

La buena nueva contenida en la misiva saudí llenó de alborozo a una industria nacional tan necesitada de un éxito internacional, como acuciada de pedidos ante la sequía del mercado doméstico. De inmediato alguna de las compañías hizo público el contenido de la carta y en la prensa se dio por ganador del llamado AVE de los peregrinos al consorcio español.

Lo cierto es que en los días, y ya meses, que han seguido a aquel 18 de julio, con la recepción de la misiva y a su filtración a la prensa española, tanto el Gobierno de Riad como la ferroviaria SRO han mantenido un silencio absoluto y nunca han oficializado la proclamación del grupo de Renfe y Adif como ganador de la licitación del tren veloz.

El paso de las semanas y la insistencia en el mutismo más absoluto de los responsables saudíes han terminado por alimentar toda suerte de rumores en el mundillo ferroviario internacional. Se ha hablado de una contraoferta del consorcio francés o del deseo de Riad de firmar un contrato de tanta envergadura una vez que se constituya la nueva Administración en España tras las elecciones del 20-N.

Fuentes de la dirección del consorcio español han explicado que durante los últimos tres meses han mantenido unas "agotadoras" reuniones con el Gobierno de Riad y los directivos de SRO en los que se han discutido uno por uno "todos los flecos del proyecto" y se han perfilado "hasta los más pequeños detalles" los contratos.

Hoy no se atreven a aventurar un fecha para el tan esperado día de la firma. "Los ritmos saudíes son diferentes de los nuestros y el Gobierno de Riad deplora la impaciencia y la interpreta como una injerencia en una decisión que es de su exclusiva competencia ".

Una oferta de alta tecnología a muy buen precio



Una de las claves de la elección del consorcio español para el suministro y explotación del AVE de los peregrinos reside en la oferta económica, que supone una rebaja del 30% en relación a la de sus rivales. Pero hay constancia de que, sin desechar el factor precio, la operadora saudí SRO ha exigido a los ofertantes que aporten los elementos tecnológicos disponibles más avanzados y contrastados que existen hoy en la explotación de las redes de alta velocidad en el mundo.

Por esta razón, pidió al grupo español que sustituyera el modelo de tren ofertado. Dejó de lado el prototipo Avril, todavía en fase de experimentación, y reclamó el modelo que Talgo fabrica con la canadiense Bombardier y que circula en la red AVE española desde hace ocho años con el sobrenombre de el pato.

Junto a los trabajos de gestión del servicio a Renfe y Adif y el suministro de trenes por Talgo, otras empresas españolas participarán en el proyecto. Los proveedores de sistemas de alimentación eléctrica y la catenaria serán Cobra (del grupo ACS) y Navesa. Dimetronic aportará los sistemas de señalización. OHL, Copasa e Imatia harán trabajos de obra civil. Indra aportará el sistema de gestión de tráfico y Consultrans e Ineco se aplicarán en las tareas de ingeniería.

Una línea de 450 kilómetros por el desierto



El nombre oficial de la línea de alta velocidad que ha licitado Riad es Haramain High Speed Rail (HHS). También se le conoce como el AVE de los peregrinos porque une las dos ciudades santas del Islam, La Meca y Medina, que reciben cada año 2,5 millones de fieles en una visita de alta significación litúrgica.

La distancia entre las dos capitales es de 450 kilómetros. El nuevo tren veloz recorrerá el trayecto en dos horas y media y alcanzara velocidades punta de 300 kilómetros por hora.

La licitación que ahora se encuentra a punto para la firma supone la segunda fase del proyecto. En la primera, fallada en marzo de 2009 se eligió a las empresas que ya tienen muy avanzada la obra civil. El consorcio ganador se denomina Al Rajhi Alliance y está compuesto por constructores locales y compañías de infraestructura francesas.

Si en los próximos días se firma el contrato con el grupo español, las empresas Renfe y Adif se comprometerán a gestionar la explotación por un plazo de 12 años a partir de 2013. El presupuesto total del contrato rondará los 6.500 millones de euros.

El consorcio español deberá desarrollar la superestructura (electrificación y señalización); suministrar los trenes; crear los talleres de mantenimiento; formar al personal, y gestionar la operación.

Ahora, aerolíneas españolas como Pullmantour, participan en puentes aéreos para llevar peregrinos a La Meca desde todo el mundo.

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