martes, 5 de abril de 2011

Expertos en choque de trenes

El accidente ocurrió en Lezama, a 140 kilómetros de Buenos Aires. Una locomotora se incendió y la que venía en reemplazo la chocó. Setenta personas sufrieron heridas leves. El resto del pasaje llegó a destino parando micros en la ruta.


Cerca de la ciudad de Lezama, camino a Mar del Plata, una locomotora de Ferrobaires que iba a suplantar a otra que había tenido un desperfecto terminó chocándola. Casi 70 pasajeros debieron ser atendidos tras este accidente ocurrido en la madrugada de ayer, aunque no hubo heridos de gravedad. Al parecer hubo un error de cálculo: el reporte que recibieron en la estación Constitución mencionaba el kilómetro 143 como ubicación de la formación, aunque esa medición corresponde a la autovía 2 y no al tendido ferroviario, donde el cuentakilómetros marca 138. “Esto no hubiera pasado si la locomotora tuviera GPS, como la mayoría de los servicios de trenes de la Argentina”, señalaron ayer desde el gremio de maquinistas La Fraternidad. Este es el segundo choque de una locomotora de Ferrobaires este año. El anterior ocurrió en la estación San Miguel y dejó un saldo de cuatro muertos.
El tren embestido había partido de Mar del Plata a las 19.15 del domingo con 250 pasajeros y, según relataron a este diario desde el comando de bomberos voluntarios de Lezama, a las 23.20 recibieron un llamado por “un pequeño incendio” detrás de la cabina de la locomotora, cerca del tanque de gasoil. Las tres dotaciones que asistieron necesitaron 20 minutos para apagar el fuego. A la 1.30 ocurrió el choque: nuevamente recibieron un llamado desde el mismo lugar y debieron pedir refuerzos de los colegas de Chascomús: “No sabíamos con qué nos íbamos a encontrar, por suerte no fue grave”, dijo el cuartelero de los bomberos de Lezama.
“Como hubo un incendio, el maquinista apagó la locomotora, así que no había luces. Después, para defender la formación, puso un petardo detrás de los vagones, a 800 metros. Es un protocolo de seguridad, por si viene otro tren. Al pasar por arriba de los petardos se produce una pequeña explosión que avisa que hay un tren más adelante. Pero cuando volvía se enteró de que el auxilio venía por delante y ya era demasiado tarde porque poco después ocurrió el choque”, explicó una fuente de La Fraternidad. El petardo, agregó, no era para alertar a la locomotora de auxilio, que viajaba con las coordenadas.
Aunque pesa 120 toneladas, la locomotora 335 salió “liviana” desde Constitución porque no llevaba vagones. Por ese motivo, y por el mal estado de las vías, según aseguraron en La Fraternidad, no iba a más de 50 kilómetros por hora cuando chocó de frente con la otra máquina detenida. La locomotora, al tener las coordenadas, podría haber ido al doble de velocidad, lo que habría significado una tragedia. La mayoría de los pasajeros se encontraba durmiendo al momento del choque, que destrozó parte de la estructura de los primeros vagones.
Las dotaciones de bomberos y las ambulancias se encargaron de trasladar a los casi 70 heridos. El titular de la Dirección de Emergencias Sanitarias bonaerense, Adrián Tarditti, precisó que 32 personas fueron al hospital de Lezama y 38 al de Chascomús, “de los cuales dos eran pacientes pediátricos y 36, adultos, entre los cuales había dos mujeres embarazadas”. Ayer por la tarde solo quedaba un paciente internado en Chascomús. “Es una mujer mayor que no tiene nada, la dejamos quedarse porque está en situación de calle”, le contó a este diario Hugo Chazarreta, médico de guardia de ese hospital.
“Hubo muchos pacientes con cortaduras y politramautismos, pero ninguna persona resultó fracturada”, agregó Chazarreta, que al momento del accidente se encontraba con un compañero en la guardia, un pediatra, una ginecóloga, una obstetra y tres enfermeras. “Trabajaron todos. Y además llamamos a todos los médicos que pudimos y hasta a la gente de mantenimiento para que nos ayuden”, aseguró. Los maquinistas fueron internados, pero quedaron fuera de peligro. Los heridos regresaron a sus casas antes del mediodía en micros y combis gestionadas por la dirección del hospital y Ferrobaires.
El resto de los pasajeros, alrededor de 150 personas, caminó los casi cien metros que separan las vías de la autovía 2. Allí, según relató a Página/12 el comisario de la seccional de Chascomús, Jorge Lespade, la policía cortó una de las manos de la ruta para organizar el regreso. “Nosotros paramos los micros que iban para Buenos Aires y pedimos que levanten a los pasajeros dada la emergencia. Recién como a las cinco logramos que subieran los últimos”, dijo Lespade.
El caso quedó a cargo de la Fiscalía 1 del Departamento Judicial de Dolores, a cargo de Diego García. La empresa Ferrobaires no emitió ningún comunicado explicando las causas del accidente. Sin embargo, tanto Lespade como la fuente consultada de La Fraternidad aseguraron que se trató de un malentendido acerca del lugar donde estaba detenido el tren.
El 16 de febrero pasado, cuatro personas murieron y decenas resultaron heridas tras un accidente ocurrido cuando una formación de la empresa Ferrobaires, que se dirigía a la ciudad de Junín, chocó contra un tren de la empresa San Martín, detenido cerca de la estación San Miguel. Según pudo determinar la Justicia, el maquinista de la formación de Ferrobaires estaba mandando mensajes de texto al momento del impacto.

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