El otrora Ferrocarril Central Pdte. Carlos Antonio López, que debiera ser uno de los símbolos del Bicentenario de la Independencia, arrastra una difícil situación financiera desde hace unos dos años, pero la semana pasada tiró la toalla definitivamente y pidió el cese de actividades a la Dirección del Trabajo. A su presidente no se le ocurrió mejor idea que irse de vacaciones.
A mediados de la semana pasada Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) comunicó al Ministerio de Justicia y Trabajo su imposibilidad de seguir sosteniendo el pago a su plantilla de 55 operarios y pidió la formación de una mesa tripartita a fin de proceder al cese de actividades y al despido de sus funcionarios.
Los empleados, principalmente aquellos que trabajan en la zona de Encarnación, remitieron luego una nota al titular de la empresa, Eduardo Laterza, para rechazar esas intenciones e inclusive enviaron el viernes pasado a dos representantes para hablar con él y buscar alguna solución, pero no le encontraron y debieron hablar con otros de menor rango sin poder de decisión.
Ese mismo día y casi a la misma hora llegaron hasta la Estación Central, donde funcionan las oficinas administrativas de Fepasa, los representantes de un grupo inversor europeo para comunicar que habían cerrado un trato con la Cooperativa Ferroviaria Pdte. Carlos Antonio López para financiar la elaboración de un proyecto para un nuevo sistema ferroviario en el país, y por supuesto tampoco pudieron hablar con Laterza.
Los mismos, que estuvieron acompañados por el titular de la citada cooperativa, el Dr. Ricardo Franco Lanceta, se entrevistaron finalmente con el síndico de Fepasa, el Lic. Hugo Villalba Urizar, quien quedó a cargo del ferrocarril.
En la empresa dijeron que el presidente se había ido de vacaciones, lo que se confirma con una nota que el propio Laterza remitió con fecha del 17 de enero pasado al procurador general, José Enrique García, quien es el representante del hasta ahora único accionista de Fepasa, en este caso el Estado.
Los términos
“Debido a las escasas actividades en lo que resta del mes, he decidido salir de vacaciones hasta los primeros días de febrero próximo, fecha en que estaré de vuelta”, dice la carta oficial de Laterza, y agrega como despedida que espera “haber sido lo suficientemente ilustrativo de la difícil situación en la que nos encontramos”.
Se refería a la descripción que hizo en los párrafos previos de la misma nota, en los que explicó al procurador que “como no podemos seguir soportando una carga financiera tan pesada, he tomado la decisión de comunicar al personal administrativo y de servicios el cese de las actividades de la empresa por tiempo indefinido”, y “a fin de mes notificaremos los preavisos de despidos correspondientes de acuerdo a consultas efectuadas en el Ministerio de Justicia y Trabajo”.
Laterza sostiene también en su misiva que se decidió recortar por el lado de los trabajadores porque el pasivo laboral es “la carga más pesada de esta administración”, y que de esa forma más adelante se puede “reorganizar el servicio con un mínimo de personal”.
En la nota se explica a la Procuraduría que el principal motivo de esta situación es la suspensión del transporte de carga que realizaba el ferrocarril en la frontera con Argentina, en la zona de Encarnación, por culpa de Yacyretá, cuyo embalse inundó unas vías en Posadas e impide la conexión ferroviaria con nuestro país, dejando sin ingresos a Fepasa.
Empleados piden seguir
“Es importante informar al presidente (Eduardo Laterza) que nuestra reincorporación a Fepasa data del 2003 y nos constituimos ya en trabajadores estables de la empresa, cuya supuesta ruina o quiebra económica es directa responsabilidad de la binacional, por lo que la EBY debe correr con los perjuicios acarreados a Fepasa y, por ende, a los trabajadores, por lo que rechazamos de forma categórica la indemnización que pretenda formalizar Fepasa”, dice una nota enviada el viernes a Laterza desde Encarnación.
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