martes, 31 de enero de 2012

El mundo invierte en ferrocarriles

Los proyectos ferroviarios son ante todo iniciativas de obras civiles, porque la construcción de vías es en muchos casos el 90% de la inversión. Cristian Krohn.
Los ferrocarriles son el medio de transporte en el que más han invertido en los últimos años no sólo los países europeos sino otros como China, Rusia y Estados Unidos, países árabes y algunos africanos. El ferrocarril tiene varias ventajas para el transporte de pasajeros y de carga; entre ellas, la economía y el respeto al medio ambiente.

Diferentes países europeos, incluidas naciones del Este, tienen grandes planes de expansión en los próximos años. Los de mayor superficie, como Alemania, España, Francia e Italia, extienden sus líneas para integrarlas en corredores internacionales (París-Stuttgart-Munich-Viena-Bratislava o París-Burdeos-Valladolid-Madrid). Otros, como Dinamarca, Noruega y Polonia, están reemplazando equipos obsoletos para aumentar el tráfico en las líneas existentes. En el primer caso, las inversiones se deben realizar tanto en el tendido de nuevas vías férreas como en equipo electrónico que dirige los trenes. En el segundo, las inversiones se concentran en los equipos para controlar los trenes, para mejor aprovechamiento de las vías existentes.
Países de grandes extensiones, como Estados Unidos, Rusia, Kazajstán, China e India, también están desarrollando su infraestructura ferroviaria. Otras naciones invierten en sus ferrocarriles para explotaciones mineras, como Arabia Saudita, que implementa líneas férreas de varios miles de kilómetros para transportar bauxita y fósforo hasta el Golfo Pérsico.
En África, Mozambique desarrolla una línea de mil kilómetros para unir la frontera con Malawi, lugar de explotaciones mineras, con el mar.
También existen países que financian su transporte de pasajeros con los ingresos generados por los trenes de carga (peaje), como Letonia. Allí, el tránsito de los trenes rusos que transportan petróleo genera ingresos para ampliaciones ferroviarias en otras zonas del país.
En cuanto a los trenes de alta velocidad, el desarrollo de esta tecnología ha sido posible gracias a un estándar común que permite la circulación de formaciones a través de distintos países.
Esa misma tecnología posibilita reducir enormemente la inversión, porque ya no se utilizan cables y señales para controlar los trenes. Ahora el sistema se basa en el estándar utilizado en telefonía celular, conocido como GSM.
Las ventajas del tren. Es importante remarcar que los proyectos ferroviarios son, ante todo, iniciativas de obras civiles, porque la construcción de las nuevas vías constituye en muchos casos el 90 por ciento de la inversión.

Por otra parte, las empresas ferroviarias en distintos países trabajan de manera activa para atraer a los pasajeros. Existen promociones para turistas, abonos mensuales y anuales. Además, en caso de demoras se devuelve el valor del pasaje en forma parcial o total. También se ha invertido en el confort, así se ofrecen clases diferenciadas.

Por encontrarse en el centro de las ciudades, las estaciones ferroviarias presentan ventajas para los viajes cortos (comparando con el costo de vuelos de hasta una hora), en recorridos dentro de un país.
Veamos algunos ejemplos de tiempos de viaje en tren entre distintas ciudades europeas: Madrid-Sevilla: 2,5 horas; Madrid-Barcelona: tres horas; París-Lyon: dos horas; París-Marsella: tres horas; Munich-Francfort: tres horas; Hamburgo-Berlín: dos horas.
En estos trayectos, el ferrocarril es más atractivo que el transporte aéreo, tanto en tiempo como en confort y precios.



Cristian Krohn

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