EN LA ESTACIÓN LINIERS DE TREN Un puente en peligro de derrumbe

No existe cartel de obra en las reformas sobre la base del puente aéreo. La agrupación barrial Vecinos de Liniers Norte lo denunció ante el jefe de Gobierno y la Secretaría de Transporte. 

El puente aéreo de la estación de tren Liniers tambalea como jamás sucedió. Los vecinos lo sufren cada vez que pasan caminando y el jueves último no lo toleraron más y lo denunciaron mediante nota al jefe de Gobierno. Es que temen un derrumbe ya que existen obras clandestinas en la base del puente ferroviario.

El cruce aéreo se ubica en las calles Francisco de Viedma 6.800 esquina Madero al 100, y lleva a las boleterías como a la avenida Rivadavia esquina Carhué.

“Desde el 15 de noviembre pasado se observa una peligrosa intervención. Herramientas en mano, un grupo de operarios vestidos de azul han comenzado ha desmantelar parte de la estructura resistente del antiguo puente ferroviario, han retirado las diagonales de perfilerías que sirven para absorber los esfuerzos dinámicos y estáticos de carga y que garantizan la estabilidad integral del mismo dada sus características de estructura reticulada espacial”, señaló la agrupación Vecinos Liniers Norte, que integra entre otros el arquitecto Alejandro Ruggiero.

A Noticias Urbanas, Ruggeiro informó que “sobre la base de la estructura metálica, que se ubica en el espacio público de la vereda, se han cortado dos diagonales y reemplazado las mismas por una suerte de muros del tipo tableestacado superpuesto; esta situación se observa en las dos caras paralelas a la calle Francisco de Viedma, en proximidades a la casilla de las oficinas de la línea 109 de colectivos que opera en el lugar. También se ha montado una suerte de tarima de madera entablillada sobre los cordones inferiores de esta gran columna metálica”.

En la nota dirigida a Mauricio Macri, con copia a la Secretaría de Transporte de la Nación que conduce de Juan Pablo Schiavi, se asegura que “toda esta operatoria no posee cartel autorizante y se ejecuta ante los ojos de los ciudadanos, vecinos y ocasionales transeúntes, que se hallan expuestos a los riesgos directos y potenciales de la obra presuntamente clandestina”.

Para el arquitecto del barrio, el “riesgo se hace alusión a la situación de no observar ningún tipo de andamiaje, pantalla o cierre de protección en torno a las tareas de obra”.