INFORME DE LA GACETA DE TUCUMAN.

LO QUE QUEDA. El tren de Perón, hoy un montón de chatarra. LA GACETA

Viven el día a día sobre un predio histórico y con miedo al desalojo

Hacia el fondo, siguiendo el rastro de las vías llegamos a la casa de Jorge Carrizo. En un vagón de chapa vive su caballo con el que sale en el carro. Sabe que lo tiene que cuidar porque es lo que le permite alimentar a su familia. Por eso, le reservó esa carcaza que es más resistente que su propia casa de madera con techos de plásticos.

Omar Ponce camina junto a su mujer, Angela González, y sus tres hijos. Se podría considerar que son los vecinos nuevos. Llegaron hace un año y medio y armaron una piecita en la que viven los cinco. Omar es cadete gracias a que le prestaron una moto y asegura: "lo que hago por día lo como". Así explica lo que es vivir con lo justo. El reconoce su situación de precariedad, pero confiesa que es lo que hay y no hay manera de cambiarlo. No por el momento.

Ellos quieren vivir dignamente y encontraron que en ese lugar nadie les decía nada.

Entonces entró uno y ese le contó al otro. En pocos meses se fue corriendo la voz de que la estación Mate de Luna estaba en pleno abandono y que podían servirse de sus partes para armar las viviendas.

Algunos aprovecharon las cloacas porque en uno de los laterales se encontraban las duchas. Otros se sirvieron de sus vagones para armar precarias caballerizas para sus caballos.

Entre columna y columna parcelaron el terreno y se lo repartieron. Los que tenían carros juntaron material para rellenar las fosas. Otros, buscaron la manera de hacer llegar el agua, perforando los caños maestros y tirando mangueras hacia el interior de las viviendas. También tiraron cables y lograron iluminar sus casas y los espacios comunes.

Sacaron las rejas y abrieron la calle Thomas Edison para tener acceso al predio desde belisario López y Marina Alfaro. O sea, se la rebuscaron. 
En poco tiempo la fisonomía de lo que era un barrio atravesado por el ferrocarril cambió radicalmente. El asentamiento se instaló formalmente en la informalidad.

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