sábado, 3 de septiembre de 2011

ESPAÑA - Buenas razones para viajar en tren

Viajar en tren es un placer. Y una buena solución para aquéllos a los que no les gusta el avión. Para los que todavía no hayan encontrado un buen motivo para elegir este medio de transporte, he aquí una lista de razones por las que el tren se convierte en la mejor manera de viajar.


Si eres de esos a los que viajar en avión no les hace especial ilusión y no quieres tener que buscar aparcamiento al llegar a tu destino, la solución es sencilla: Viajar en tren. Pero hay más. La web Gadling.com ha presentado una lista con las mejores razones para tomar el ferrocarril:
1. De centro a centro. El tren ofrece la ventaja de llegar siempre al centro de las ciudades. Así, no es necesario gastar dinero en un taxi desde los aeropuertos situados a las afueras y se ahorra tiempo.
2. Espacio para los más altos. En muchas ocasiones, las compañías aéreas exigen el pago de un plus para ocupar los asientos más espaciosos. Si eres una persona alta, el tren es tu medio de transporte: Normalmente, los asientos de clase turista en los vagones cuentan con espacio suficiente.
3. Utilización de tecnologías a bordo. La utilización de teléfonos móviles, iPods, ordenadores portátiles o reproductores de DVD no está permitida en el avión, al menos, durante algunos momentos del vuelo. Por el contrario, en el tren se pueden utilizar durante todo el viaje.
4. Paisajes. Montañas, lagos, praderas, bosques o pequeños pueblos. Desde el tren se puede ir observando el paisaje mientras se viaja, mientras en el avión solo se puede ver desde arriba. Incluso, algunos recorridos de tren forman parte del Patrimonio de la UNESCO, como el Bernina Express en Suiza o el Himalayan Darjeeling Express en India.
5. Sin restricciones de equipaje. En el tren, al contrario que en el avión, no hay restricciones en el transporte de líquidos u otros objetos en la maleta. Además, no es necesario pasar por detectores de metales, registros y cacheos.
6. Compartimentos privados. En los trayectos largos, no hay nada mejor que pasar la noche en la cama de un compartimento privado o en una litera, viendo pasar pequeños pueblos y paisajes. Desde luego, dormir en uno de estos trenes es mucho mejor que hacerlo en el incómodo asiento de un avión, donde ni siquiera se puede apoyar la cabeza.
7. El camino es el destino. En el tren, el recorrido en sí hasta el lugar de destino forma parte del viaje. Disfrutarlo puede ser la mejor experiencia.
8. Más equipaje, precio más bajo. Los aviones cobran por cualquier bolsa extra de equipaje, por pequeña que sea y, normalmente, solo permiten una bolsa de mano por pasarejo. El tren tiene más espacio y no es necesario agobiarse con el tamaño o el peso de la maleta. Además, el 'embarque' es más rápido, puesto que no hay que esperar a que todos los viajeros del pasillo luchen contra los pequeños compartimentos hasta que su equipaje quede colocado.

9. Menor diferencia de precios. La diferencia entre un asiento en turista y una asiento en primera en un avión puede ser abismal, y la de los precios también. Pero en el tren, no. Las plazas de segunda clase suelen ser lo suficientemente cómodas como para no tener que ir en primera, y la diferencia entre ambas suele ser pequeña.
10. Menos bebés llorones. Pocas cosas hay más desagradables que tener que aguantar un bebé llorando durante un viaje entero. Los trenes cuentan con varios trucos en los que normalmente no caemos, pero que ayudan a evitar este tipo de situaciones. En los trenes, los padres con bebés escandalosos suelen pasearse por los vagones o hacer 'excursiones' a la cafetería con tal de que los niños se calmen. Además, uno de los grandes motivos de llanto en los niños que viajan en avión es el cambio en la presión, que notan en los oídos. Esto en el tren no ocurre.

11. Protege el medio ambiente. Varios estudios han demostrado que la diferencia de polución por pasajero entre el tren y el avión es de un 90 por ciento, por lo que el tren contamina sensiblemente menos.
12. Menos posibilidades de morir en un accidente. Aunque suele decirse que el avión es el medio más seguro para viajar, es cierto que, de producirse un accidente, las posibilidades de sobrevivir son escasas. Sin embargo, en el tren es mucho más fácil salir ileso de un descarrilamiento.
13. Líneas express. En muchos lugares del mundo, como España, otros países europeos, China o Japón, se están poniendo en marcha líneas de alta velocidad que hacen ahorrar tiempo y evitan atascos. Contando el tiempo que hay que esperar en los aeropuertos antes de despegar y lo que se tarda en llegar al centro de la ciudad de destino, en muchos casos se tarda menos en tren que en avión.

14. Más bienestar. Para aquéllos que sufren náuseas, mareos o dolores de cabeza con relativa facilidad, el tren es el medio de transporte idóneo. En el coche es fácil marearse y en el avión, sufrir vértigos o ataques de ansiedad.
15. Accesible para sillas de ruedas. Para la gente con movilidad reducida, subir a un tren es mucho más fácil que hacerlo en un avión, donde el espacio es mucho más reducido.
Ahora solo queda elegir el destino. ¡Buen viaje!

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