Santiago. Mientras el personal de Renfe se recicla, a escasos metros continúan a un ritmo imparable las obras de adaptación de la terminal. Con un presupuesto de 1,7 millones de euros, los trabajos permitirán acondicionar los accesos y ampliar el andén tres (destinado al estacionamiento del AVE). Concluida la intervención, el nuevo andén alcanzará los 250 metros de largo y 10 metros de ancho. Se estrechará, no obstante, en los extremos debido a los condicionantes del trazado. El apeadero quedará cubierto por una marquesina metálica que se adaptará a la estructura de la estación tradicional.
Se mejorarán, además, las condiciones de acceso al tercer andén, lo que permitirá situar en su interior una zona de control de entrada a los trenes de alta velocidad. Para ello, se ampliará el paso con dos tramos diferentes: un primer espacio de transición con un ancho útil de 4,6 metros y un segundo espacio rectangular de aproximadamente ocho por doce metros. Este espacio aprovecha el tramo situado directamente bajo el andén para conseguir una zona en la que se ubicará un ascensor y una escalera, con una altura libre de 3,6 metros. A fin de minimizar las incidencias en el tráfico ferroviario, se han establecido turnos de noche para ejecutar los trabajos más delicados. Adif confía en que el acondicionamiento concluya antes del próximo 10 de diciembre, fecha de arranque del AVE interior.
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