El equipo de inspección viajó en un tren de la serie CRH380, revisó los sistemas de señales de comunicación, el abastecimiento de fuerza de tracción, el control de los trenes y la operación, así como las medidas de ahorrro energético y protección medioambiental.
Todos los resultados de las pruebas demuestran que la ruta entre Beijing y Shanghai cumple con todos los requisitos de operación, según el análisis de evaluación ingeniera, que concluyó hoy.
El 11 de mayo la ruta inició una fase de recorridos de prueba de un mes y la puesta en marcha oficial está prevista para finales de junio o el 1 de julio.
Una vez en funcionamiento, la línea férrea, de 1.318 kilómetros de largo, reducirá el trayecto entre las dos ciudades a sólo cinco horas, frente a las diez horas que tarda el tren más rápido en la actualidad. La ruta será cubierta por un total de 90 pares de trenes bala.
China tiene previsto invertir un total de 2,8 billones de yuanes (431.700 millones de dólares) en la construcción de 30.000 kilómetros de nuevas líneas ferroviarias en los próximos cincos años, de acuerdo con el Ministerio de Ferrocarriles.
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