Los trenes españoles Talgo que fueron importados el año pasado para mejorar los servicios a la costa atlántica arrastran una extraña maldición que sigue causándole dolores de cabeza al Gobierno.
Primero fue la Aduana la que durante dos meses impidió por una cuestión impositiva el uso de las modernas formaciones. Después se atrasaron más de la cuenta las pruebas técnicas y de puesta a punto . Y justo el día en que la presidenta Cristina Kirchner los iba a presentar en Mar del Plata, se produjo l a detención del titular de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza que obligó al Gobierno a cancelar el acto.
Ahora un nuevo problema político demora la corrida de los Talgo. Las dos empresas estatales que tienen que hacerse cargo de la operación —la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE) en el ámbito nacional y Ferrobaires, la compañía bonaerense— atraviesan situaciones muy complicadas que les impiden aparecer públicamente al frente de los Talgo.
En el caso de la SOFSE, el problema que enfrenta la Secretaría de Transporte de Pablo Schiavi tiene nombre y apellido. Se trata Juan Rosauro Araya, el presidente de la empresa que proviene del gremio de la UF y es un hombre de confianza de Pedraza.
quien fue detenido la semana pasada por la muerte de Mariano Ferreyra.
Comprometido en varias escuchas telefónicas de la causa Ferreyra, hoy por hoy la permanencia de Araya en la SOF expone al Gobierno a tener que asumir un costo político creciente.
En el ministerio de Planificación consideran que no pueden exhibir los Talgo con Araya al frente del SOFSE porque lloverían los cuestionamientos políticos y la situación sería insostenible para el Gobierno. La búsqueda de un “técnico” para manejar la empresa que iniciaron en el área de Schiavi indicaría que Araya tiene sus días contados como funcionario.
En tanto, en el caso de Ferrobaires la traba está dada por la incierta situación interna tras el trágico accidente de San Miguel y la posterior intervención que dispuso el gobernador Daniel Scioli.
El interventor, Antonio Maltana —un ex asesor de los concesionarios ferroviarios metropolitanos y con buena llegada al gobierno nacional— está conociendo lentamente la empresa mientras intenta acordar un programa de emergencia para garantizar los trenes diagramados para este año.
En Transporte consideran que dentro de un mes cuando Ferrobaires pueda encarrilar su situación recién se podrá establecer una corrida segura para que los Talgo debuten en Semana Santa.
Si se mantiene el esquema previsto originariamente, los pasajes para subirse a los Talgo se ubicarán entre la tarifa media de los ómnibus y los tickets de avión. El boleto más económico a Mar del Plata en la clase Turista saldrá $ 150. Para que los viajen en Primera, el pasaje trepará a $ 180. Y para aquellos que estén dispuestos a probar la clase VIP, la tarifa será de $ 250.
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