jueves, 10 de marzo de 2011

Ferroviarios paran trenes de la cementera de Ancap

Luego de dos meses de denunciar la violación del convenio y tras un año de pedir cinco entrevistas al presidente José Mujica, los funcionarios ferroviarios realizaron un paro y paralizaron tres trenes que transportaban piedras y pórtland de la cementera Artigas.
Los ferroviarios sindicalizados impidieron ayer el tránsito de trenes por la línea que corre por las estaciones de Manga, Toledo, Sudriers, Montes, Verdún y Minas. Uno de los trenes ni siquiera alcanzó a salir de la cantera de la cementera de Ancap en Verdún.
Otros dos trenes fueron demorados en las estaciones Subriers y Montes, en tanto que fue liberado el paso del tren de pasajeros que recorre la misma línea. El paro comenzó ayer a las ocho y treinta de la mañana y finalizó a las 11:40, pero afectó todo el turno.
La paralización de actividades fue convocada por la Unión Ferroviaria (UF), que anunció para los próximos días una escalada de medidas "sorpresa" de lucha en reclamo de una participación de los funcionarios en la estructura de los servicios de trenes.
Los funcionarios sindicalizados argumentan que "la reestructura funcional" y "el Plan Estratégico" de los servicios de los trenes uruguayos deben ser debatidos con los trabajadores, de acuerdo a los convenios acordados en las negociaciones colectivas.
"Esperamos más que suficiente antes de tomar medidas", comentó a LA REPUBLICA Ricardo Cajigas, secretario general de la UF. "Denunciamos la violación del convenio colectivo en enero y solicitamos cinco entrevistas al Presidente", agregó.
Cajigas indicó que una de las cinco solicitudes de entrevista con Mujica fue entregada en manos de la presidenta de la Cámara de Senadores, Lucía Topolansky, esposa del Presidente de la República. "Nunca recibimos siquiera una respuesta", se lamentó.
El sindicalista remarcó que el conflicto con el Directorio de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) comenzó en el gobierno de Tabaré Vázquez, cuando el ente era presidido por Antonio Galicchio y vicepresidido por Luis Pérez Melón.
El entonces gerente general Alejandro Orellano, dijo Cajigas, llegó a integrar la comisión bipartita que, de acuerdo al convenio colectivo acordado, debía abordar junto a los trabajadores una nueva estructura organizacional y otro Plan Estratégico.
"La comisión se integró con el sindicato, varios gerentes y el propio Orellano pero después nunca más nos llamaron y empezaron una reestructura por la vía de los hechos que apunta a concesionar a privados el servicio de trenes", acusó el sindicalista.
"En un país productivo", protestó Cajiga, "los servicios de trenes siempre son rentables. Si todo sigue como está, el Estado tendrá que hacerse cargo de la infraestructura de las vías mientras que los privados se van a quedar con todos los servicios".
El secretario general de la UF explicó que el sindicato reclama una reestructura organizacional en consulta con los funcionarios "para respetar la carrera funcional y terminar con las inequidades en un ente donde los ingresos y los ascensos siempre fueron a dedo".
"Ahora nos meten la mano en el bolsillo del trabajador cuando el Directorio se acaba de aprobar 90 mil pesos para la secretaría de cada director, y 14 mil pesos para que el gerente general esté siempre a disponibilidad", reprochó el sindicalista.

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