El otrora Ferrocarril Central Carlos A. López, convertido en SA en 2002, venía desde entonces casi a los tumbos y el gobierno anterior terminó por condenarlo a muerte al vender gran parte de sus vías como chatarras. El actual tampoco hizo nada, más que agregar otro triste capítulo.
Los 52 funcionarios que le quedan a Ferrocarriles del Paraguay SA (Fepasa) firmaron ayer el acuerdo por el cual aceptan la propuesta de la patronal de ser apartados e indemnizados por despido injustificado, ya que la empresa se ha quedado sin fuentes de ingresos desde principios de diciembre pasado.
El documento final fue firmado en la Dirección del Trabajo, donde la semana pasada se había iniciado una negociación tripartita a petición del titular de Fepasa, Eduardo Laterza Rivarola.
En las conversaciones de ayer, además de Laterza, estuvo también el abogado Andrés Gubetich, en representación de la Procuraduría General, ya que el Estado es el único accionista de Fepasa hasta ahora, así como la asesora jurídica de la empresa, María José Roig, y el jefe de Recursos Humanos, Francisco González.
Los trabajadores acudieron con su abogado, Juan José Berni, y todos procedieron a firmar el acuerdo, a excepción de los 12 que trabajan en Encarnación y que no pudieron viajar, justamente por falta de dinero.
Los funcionarios del ferrocarril están sin percibir haberes desde diciembre pasado, y en varias ocasiones han comunicado, tanto a la patronal como a las autoridades del trabajo, la difícil situación económica por la que atraviesan.
El acuerdo al que llegaron con la empresa prevé el pago de los tres meses de sueldos atrasados, más las indemnizaciones correspondientes a un despido injustificado.
Estas remuneraciones serán entregadas a partir del miércoles 2 de marzo próximo a todos los empleados, y según fuentes de la empresa, aún no se sabe lo que pasará luego con Fepasa.
Con fondos de Yacyretá
Las fuentes dijeron que el acuerdo fue posible gracias a que por fin la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) depositó unos fondos que debía a Fepasa en concepto de indemnización por un predio ferroviario que fue inundado en Encarnación por las aguas del embalse de la represa.
Se trata de US$ 450.000, que la semana pasada habían sido puestos en una cuenta judicial por los administradores de la EBY. El dinero fue liberado finalmente ayer por los abogados de Fepasa y depositado al mediodía en la cuenta del ferrocarril.
Las autoridades ferroviarias calculan que el pago de los salarios atrasados más las indemnizaciones van a sumar alrededor de G. 820 millones (casi US$ 180.000), pues solamente los sueldos son G. 645 millones.
Por otra parte, unos G. 160 millones serán destinados al pago del seguro del IPS.
Fepasa se había quedado sin ingresos después de que el embalse de Yacyretá anegará a inicios de diciembre un tramo ferroviario en Posadas, Argentina, afectando el servicio de transporte de cargas en el que participaban nuestras antiguas locomotoras a vapor en la frontera.
Así, otro capítulo de la larga historia del ferrocarril se cierra tristemente.
Esperanza está en Europa
La esperanza de reconstruir los servicios del ferrocarril nacional está en estos momentos en Europa, donde un grupo de inversores de Austria, Suiza y Alemania estudia los detalles de un proyecto que podrían impulsar juntamente con la Cooperativa Ferroviaria Pdte. Carlos Antonio López. Representantes del citado grupo estuvieron en enero pasado en Asunción y aunque las autoridades les dieron poca importancia, recogieron en silencio una serie de informes y documentos, y pidieron otros a sus aliados locales para hacer los primeros diseños del proyecto y calcular los costos. Informaciones extraoficiales indican que justamente ayer, en Viena, inversores y técnicos tuvieron otra reunión sobre el tema.
El documento final fue firmado en la Dirección del Trabajo, donde la semana pasada se había iniciado una negociación tripartita a petición del titular de Fepasa, Eduardo Laterza Rivarola.
En las conversaciones de ayer, además de Laterza, estuvo también el abogado Andrés Gubetich, en representación de la Procuraduría General, ya que el Estado es el único accionista de Fepasa hasta ahora, así como la asesora jurídica de la empresa, María José Roig, y el jefe de Recursos Humanos, Francisco González.
Los trabajadores acudieron con su abogado, Juan José Berni, y todos procedieron a firmar el acuerdo, a excepción de los 12 que trabajan en Encarnación y que no pudieron viajar, justamente por falta de dinero.
Los funcionarios del ferrocarril están sin percibir haberes desde diciembre pasado, y en varias ocasiones han comunicado, tanto a la patronal como a las autoridades del trabajo, la difícil situación económica por la que atraviesan.
El acuerdo al que llegaron con la empresa prevé el pago de los tres meses de sueldos atrasados, más las indemnizaciones correspondientes a un despido injustificado.
Estas remuneraciones serán entregadas a partir del miércoles 2 de marzo próximo a todos los empleados, y según fuentes de la empresa, aún no se sabe lo que pasará luego con Fepasa.
Con fondos de Yacyretá
Las fuentes dijeron que el acuerdo fue posible gracias a que por fin la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) depositó unos fondos que debía a Fepasa en concepto de indemnización por un predio ferroviario que fue inundado en Encarnación por las aguas del embalse de la represa.
Se trata de US$ 450.000, que la semana pasada habían sido puestos en una cuenta judicial por los administradores de la EBY. El dinero fue liberado finalmente ayer por los abogados de Fepasa y depositado al mediodía en la cuenta del ferrocarril.
Las autoridades ferroviarias calculan que el pago de los salarios atrasados más las indemnizaciones van a sumar alrededor de G. 820 millones (casi US$ 180.000), pues solamente los sueldos son G. 645 millones.
Por otra parte, unos G. 160 millones serán destinados al pago del seguro del IPS.
Fepasa se había quedado sin ingresos después de que el embalse de Yacyretá anegará a inicios de diciembre un tramo ferroviario en Posadas, Argentina, afectando el servicio de transporte de cargas en el que participaban nuestras antiguas locomotoras a vapor en la frontera.
Así, otro capítulo de la larga historia del ferrocarril se cierra tristemente.
Esperanza está en Europa
La esperanza de reconstruir los servicios del ferrocarril nacional está en estos momentos en Europa, donde un grupo de inversores de Austria, Suiza y Alemania estudia los detalles de un proyecto que podrían impulsar juntamente con la Cooperativa Ferroviaria Pdte. Carlos Antonio López. Representantes del citado grupo estuvieron en enero pasado en Asunción y aunque las autoridades les dieron poca importancia, recogieron en silencio una serie de informes y documentos, y pidieron otros a sus aliados locales para hacer los primeros diseños del proyecto y calcular los costos. Informaciones extraoficiales indican que justamente ayer, en Viena, inversores y técnicos tuvieron otra reunión sobre el tema.
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