Hace ya tiempo que Renfe (trenes) y Adif (estaciones) decidieron cargarse el ferrocarril y también, poco a poco, el sentido del servicio público. Hace unos días, en eso que llaman la Estación de Albacete presenciamos una escena clarificadora. Una anciana había ido a recibir a su nieto que regresaba vía Atocha, de meses de ausencia por Erasmus. Preguntando que dónde podía tomar asiento para hacer llevadera la espera, la contestación que recibió fue, aproximadamente: mire buena señora, tómese una coca-cola mediana (que a su edad no le conviene abusar), acompáñela con una «burguer-chís» y aproveche la oferta si su tensión se lo permite, del helado de postre a mitad de precio. Ya descansada, puede dar una vuelta por los comercios y verá como ya no echa en falta su asiento.
Resumiendo, la llamada Estación de Albacete, no está pensada ni diseñada para la comodidad al acceso o espera de viajeros y familiares, sino para el negocio puro y duro. Es decir y como ya auguramos en su día cuando tan sólo era un proyecto: Albacete no tiene Estación, tiene, eso sí, un Centro Comercial con vías, que son conceptualmente diferentes. Bueno, es cierto que tiene una sala-club que no existía, pero que por orden de las 'altas instancias' madrileñas se creó en cosa de cuatro días, cuando se confirmó que venían los príncipes. Como es para Primera clase (así nos entendemos), apenas es usada, pues en ésta solo suben… mejor hacer un estudio de quienes son los que exclusivamente andan subiendo ahí.
Se cargaron el servicio paquete-expess, los mercancías de gran tonelaje (el resto lleva camino ante la diferencia de trato a lo público y a los vagones privados) y luego a luego, el de viajeros. Cuando el PP montó en un pleno municipal un numerito con una gran 'clá' de jubilados, ya se les advirtió: menos trenes, mucho más caros y todo para ganar 20 minutos. Ahora se llevan las manos a la cabeza, pero fue lo acordado por los dos 'grandes partidos'. Asumamos que ya está el AVE (primer error, pero eso ya se ha explicado muchas veces). La idea de comunicar Albacete y Toledo parece buena, incluyendo que pase por Madrid, porque dará un nivel de ocupación a los trenes superior que si fuesen directos. Pero lo malo es el precio: 71 € en Clase Turista y 127,80 en Clase Business. A Madrid 57.10 y 102.9, mientras que en Alvia 49.5 y 76.7. Cuando hace dos meses pagábamos en Alaris o Alvia 33.5 , que son ejemplo de tren bueno, cómodo y rápido en todo el territorio nacional. El AVE no sólo es carísimo, sino que encarece lo demás, y acabará por hacer que Albacete deje de ser como era, junto con Zaragoza, la ciudad mejor comunicada. Vuelve a cumplirse lo que ya en su día se denunció.
Los precios actuales son de lanzamiento y dejarán de serlo tras las elecciones. También las ofertas Web y Estrella, con 17 y 7 días de antelación, aunque conviene leer la letra pequeña. Un viajero hace dos meses, en el trayecto de Albacete a Toledo en un Altaria, Alvia o Alaris, con trasbordo con un AVANT, pagaba 44 €. Es decir, el tren elegido para la ruta no ha sido el más adecuado.
La solución pasaría porque existan lanzaderas (Avant), similares en todo al AVE, pero que son trenes de Media Distancia como los de Ciudad Real y Toledo con Madrid. No hay intención de ponerlos aquí. Mientras que unos quieren que siga así y los otros que haya menos y dejar los caros, parece lógico aumentar el número de los de Media Distancia y dejarlos con el coste habitual de éstos, que viene a ser un 50% de los actuales. Ciudad Real tiene 27 trenes con Madrid, y 12 son AVANT. El precio de éstos es de 22.5 y en AVE turista es de 41.30; y a Toledo de 10.6 en AVANT en AVE de 27.70. Tampoco se plantea la posibilidad de abonos que abaraten como en otros lugares el trayecto. Tenemos población estudiantil en Cuenca que pagan por billete igual si van una que veinte veces; igual si se es estudiante que si se es dueño de una multinacional.
No hablamos ya del papel en el que quedan Hellín, Villarrobledo, Almansa y Alcázar de San Juan, alcaldías (en algún caso también senadores) que junto con la de Albacete, no parecen por la labor de defender los Medias Distancias que supongan de verdad una red que comunique a precio asumible sus municipios. ¡Ojo! Albacete está pagando los precios más caros kilómetro-vía de toda la red ferroviaria. Pero nada, aquí no pasa nada, pueden ustedes ver cine, tomar hamburguesas, programar su viaje al Caribe y hacer la compra del mes mientras les llega el nieto de Atocha con el billete más caro de todo el Estado.
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