Asegura que los trenes forjaron la constitución del país y que no entiende por qué este patrimonio ha sido abandonado. Revalorizar una antigua estación.
UNA PASIÓN. Para Mónica Ferrari, más que historia, el ferrocarril es futuro.
Todo empezó hace 12 años. Por casualidad, como comienzan las mejores cosas. La joven arquitecta, que años anteriores había estudiado el crecimiento urbano y el patrimonio arquitectónico de Yerba Buena para obtener su primer título de Maestría, giró la cabeza y se encontró con un mundo completamente nuevo, repleto de pasiones y arraigado en lo más profundo de la historia de este país. Y del mundo.
Desde aquella época, Mónica Ferrari ha recorrido prácticamente todas las estaciones a lo largo de los 6.660 km de vías de ferrocarril instaladas en el noroeste argentino. Del análisis de la historia del tendido, de la arquitectura de las estaciones y del desarrollo urbano en torno a ello nació su tesis doctoral "Patrimonio Ferroviario en el Noroeste Argentino", defendida en la Universidad Pablo de Olvide de Sevilla en marzo del año pasado.
El extenso diálogo que mantuvo con LA GACETA transita la impotencia de ver que de esos 6.600 km de vías 4.900 están en desuso y prácticamente abandonados; la emoción de entender a esos monstruos de acero como parte de la madera con que ha sido amalgamado el ser de los argentinos y la esperanza de volver a ver los trenes brillando por las vías y conectando nuevamente la argentina.
- ¿Hay que ser nostálgicos para pensar en el ferrocarril?
- No. Lo que hay que tener es conocimiento histórico, valorar nuestro pasado. Como cualquier persona, un país necesita saber quién es para definir hacia dónde quiere ir. La nostalgia no puede ser un punto de partida; al ferrocarril hay que pensarlo como un elemento fundamental en la construcción como país. Gran parte de lo que somos fue gracias a los trenes.
- ¿Cuál es el estado actual del patrimonio ferroviario en el NOA?
- Lamentable. No se entiende que se haya abandonado un patrimonio que costó tanto forjar y que nunca se le haya dado la importancia que merece.
- ¿Cuál es esa importancia?
- El ferrocarril trajo la tecnificación a los ingenios, la maquinaria que permitió extender la producción y el área de caña cultivada; por el ferrocarril se fundaron pueblos que vivieron en torno de él; el ferrocarril transportó a las maestras, a los inmigrantes.
Un proyecto le quema las manos a esta esta especialista. Cuando comenzó a ver en LA GACETA que el gobernador José Alperovich tendría interés en recibir propuestas para hacer un museo en la ex estación de El Provincial, se le volvieron a despertar las ganas de presentar su idea de recuperación del cinturón de hierro y de las estaciones de la ciudad. El proyecto está hecho, pero según confiesa Ferrari, nunca encontró los canales para que sea evaluado por las autoridades.
- ¿Cómo se podría recuperar?
- Tenemos el ejemplo exitoso de España que desarrolló el famoso proyecto "Vías verdes". Miles de kilómetros del tendido en desuso se convirtieron en ciclovías. El ferrocarril transita por lugares muchas veces desconocidos por la gente y esta es una buena forma de darle uso a lo que está abandonado. En este sentido va mi propuesta, recuperando también las estaciones, que pueden ser convertidas, algunas en museos, otras en bares o lo que sea necesario.
- ¿Es posible hacer un museo ferroviario en la estación de El Provincial?
- Un museo no es solamente un lugar para mirar cosas viejas, sino para que la gente llegue a vivir lo que está viendo. Los objetos son importantes, pero no es lo único. Es muy probable que los ex empleados ferroviarios tengan elementos como bancos, relojes, lámparas de señal... Si se plantea que se quiere instalar un museo estoy segura de que ellos donarían lo poco o lo mucho que tengan.
- ¿Qué es lo que pasa en Tafí viejo?
- Sinceramente no lo sé. No sé si serán las vías en mal estado o una cuestión política. Yo estuve cuando fue (Néstor) Kirchner e hice el viaje desde la capital. Fue una emoción tan grande para el pueblo... y quedó en la nada. Después vino Cristina (Fernández) y nada.
- Siguen esperando...
- Siguen esperando que se levante el gigante dormido, que suene el silbato a las 5 de la mañana y que se levanten todos. Siguen esperando volver a sentir el movimiento cuando pasa el tren.
- Muchos dicen que la decadencia del tren empezó cuando pasó a manos del estado. ¿Es así?
- Ya había empezado a decaer antes y los ingleses se quejaban de que el servicio no era rentable, pero ellos tampoco se habían ocupado de invertir lo suficiente. Cuando pasó al estado tampoco que invirtió y continuó decayendo. Los 90 son el fin, pero la decadencia comenzó en los 60. Durante los 90 el Banco Mundial instó a muchos países latinoamericanos a suprimir los ramales que no sean operativos y esto es lo que explica que todo el proceso de cese de ferrocarriles se haya dado en tantos países paralelamente.
- ¿Nos tenemos que olvidar de que volverá el tren?
- Yo creo que no. El tren, a la larga o a la corta, va a volver. Sería no estar pensando en el fututo como sí lo hicieron nuestros antecesores. No hay una visión de sostenibilidad en esa idea. Es un patrimonio que hay que preservar para las generaciones futuras. Algún dia los canales ferroviarios serán considerados como las vías romanas.
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