domingo, 31 de octubre de 2010

La utopía de la integración puede hacerse realidad con el ferrocarril

El Mercosur, el Norte Grande, la Cuenca del Plata, Zicosur y tantos otros nombres que se impusieron para impulsar el progreso en nuestras regiones interiores y también más allá de las fronteras comienzan a moverse en la ciudadanía y dentro del mundo económico. De esta manera, comienza a renacer la esperanza y se vuelve a soñar con la integración a través de sus ríos, caminos y el ferrocarril.


 
El mayor déficit, justamente, es la infraestructura; por eso, para acompañar un incremento fabuloso de la producción, está la necesidad de reducir costos. El ferrocarril, para las grandes extensiones de nuestras regiones, es el sistema ideal de transporte; y, repetimos, por necesidad se vuelve a reflotar algo que nunca debió dejar de ser instrumento de desarrollo. 

Consecuentemente, con este volver a vivir los pueblos olvidados del interior sienten que existe una nueva oportunidad. La utopía de la integración que muchos soñamos a través de los años, la utilización adecuada de 
nuestros recursos como los grandes ríos, entre ellos el Bermejo, la producción para lograr una riqueza para que los pueblos tengan una mejor calidad de vida se vislumbran como posibles. Seguramente, dependerá de nuestros 
gobernantes y el empuje de nuestras comunidades que las nuevas carreteras, el incremento de la navegación en nuestros cursos de agua y un ferrocarril moderno sean realidad. 

Un crédito para revitalizar el Belgrano Cargas 
La Corporación Andina de Fomento (CAF), organismo financiero con sede en Caracas, financiará el proyecto de rehabilitación del corredor de 1.645 kilómetros del ramal del ferrocarril Belgrano Cargas que une el puerto 
de Barranqueras en nuestra provincia, Rosario en Santa Fe y la localidad de Joaquín V. González, en Salta. 

El costo total del plan de infraestructura está calculado en 408 millones de dólares, el 80% será aportado por la CAF y el 20% restante por el gobierno nacional. Según Enrique García, presidente de la Corporación, el proyecto será ejecutado por la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado, y su objetivo es “mejorar la conectividad de la región con los principales puertos argentinos, y contribuir a incrementar la competitividad de este significativo polo agroindustrial, al brindar alternativas para el transporte de sus producciones”. 

El secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi sostuvo que los fondos otorgados por la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el ferrocarril Belgrano Cargas “serán fundamentales para avanzar con la recuperación de 
la infraestructura ferroviaria”. También confirmó que avanzan “las negociaciones con la República Popular China” 
y que “se realizarán las inversiones necesarias para revitalizar y recuperar un proyecto estratégico de la producción nacional que tuvo años de abandono”. 

Los objetivos básicos de este programa apuntan a la recuperación de la infraestructura, rehabilitando tramos, mejorando las condiciones de las vías, cambiando durmientes e incorporando sistemas de señalamiento y comunicaciones. Todo ello “posibilitará el incremento del transporte de cargas”, según la cartera que preside Julio De Vido. Otro objetivo es la adquisición de material rodante y tractivo, para ir incorporando, ampliando y reacondicionando el parque rodante necesario para atender la demanda. 

Pero cuando se habla de integración y se brindan créditos como los que otorga la Corporación Andina de Fomento, se mira al mediano y largo plazo, como también el interés, en especial lo relacionado con la producción agrícola. El mundo necesita alimentos. Pero si de integración hablamos, la Cuenca del Plata comienza a moverse y en Paraguay, como en Brasil, se necesita el transporte ferroviario y se aspira a una unión que rebaje costos. 

La integración ferroviaria es posible 

Desde Asunción, Paraguay, el ingeniero Carlos A. T. Cáceres indica en un artículo publicado en el diario ABC Color que sería muy beneficioso la concreción de un ferrocarril que conecte al sistema brasileño con el Belgrano Cargas de Argentina. Incluso Pablo Pugliotti, gerente de la Fecorr, afirmó “que los estados brasileños, por orden de Lula da Silva, impulsan esta integración para el desarrollo productivo y social de la subregión dentro del Mercosur”, lo que confirma el especial interés del empresariado brasileño en esta cuestión. 

En la práctica se habla de canalizar la producción de las regiones centrales y del centro sur americano, entre los que figuran importantes centros como Paraná, Río Grande do Sul, Santa Catarina, Curitiba, Cascavel y Foz (con más de 25.000.000 de habitantes y un PIB cercano a los 17.283,3, en miles de dólares) hacia la cuenca Asia-Pacífico, 
pasando por territorio paraguayo hasta los puertos chilenos de Antofagasta, Mejillones y Angamo. 

Al respecto, el megaproyecto de integración definido como Eje Capricornio propone un corredor bioceánico bimodal, ideado para integrar los estados sureños del Brasil, Paraguay, el NEA y el NOA (de Argentina), parte de Bolivia y el Norte de Chile, donde el FF.CC. Belgrano Cargas podría jugar un rol fundamental. 

IIRSA (Iniciativa de Integración Regional Suramericana) promueve corredores transversales para facilitar las exportaciones de productos sudamericanos a más de 11 países asiáticos, que por hoy monopolizan más del 
37% del comercio mundial de commodities. Es, en definitiva, el sueño integrador de una región, que hoy por hoy pasa por las grandes capitales y todavía los dirigentes de las distintas naciones el potencial hacia adentro de sus países, que, realmente va creciendo aceleradamente.

La conexión con Paraguay 
El ingeniero Franco sostiene que el Paraguay debería considerar que en el futuro sería posible concretar la construcción del tramo férreo entre Presidente Franco (donde el segundo puente podría ser bimodal) y Curupayty. 
Desde este punto fronterizo ya es posible conectarse con el Belgrano Cargas y completar el eslabón que falta para unir los puertos del sur de Brasil con los del norte de Chile, por paso Jama en la cordillera de los Andes. Se 
concretaría así un eje de integración ferroviario con más de 2.900 km de extensión de costa a costa, y casi 380 km recorrería territorio paraguayo, lo cual podría reducir hasta en un 75% el costo de los fletes frente al transporte 
con camiones. 

Ventajas ferroviarias 
Respecto del estímulo que ha recibido el ferrocarril últimamente, los especialistas atribuyen que se debe a cinco factores fundamentales. El primero es que el incremento de los combustibles tiene un impacto relativamente 
menor en el ferrocarril que en otros medios de transporte. Lo segundo es que en las grandes metrópolis, ninguna autopista queda a salvo de la congestión y el colapso en horarios críticos. Esto, además, conlleva una solución 
efectiva a uno de los problemas, siempre vigente, que contribuye a desangrar al Estado paraguayo, dice el ingeniero Cáceres. 

Pero en una nota reversal firmada en 1989 por el entonces canciller Luis María Argaña, el Ente Binacional de Yaciretá ofreció extender las líneas del ferrocarril hasta Villarrica, en compensación por la eliminación de los diques 
de protección de los cursos de agua de varios arroyos en nuestro lado, como el Tacuary, San Martín, Caraguatá (contemplados en el anexo B del tratado y precisados en documentos complementarios), los cuales al desbordar libremente inundarán aún más territorio paraguayo. Sin embargo, hoy en vista de estas nuevas perspectivas, con sólo hacer valer nuestros derechos es posible construir este ramal de FF.CC. de Encarnación hacia Presidente 
Franco, paralelo a la Ruta VI, y sólo restaría completar en el futuro el tramo Encarnación- Curupayty. 

El corredor guaraní 
De lograr este objetivo, se concretaría el eje de integración, que también figura como una de las alternativas viables del Zicosur (Zona de Integración del Centro-Oeste de América del Sur). Esta organización, a igual que el IIRSA, destaca estas obras de infraestructuras como obras de comunicación cruciales respecto a la conectividad (y por ende a nuestra competitividad), y que justamente fueron concebidas para dar unir ambos océanos para aprovechar 
los puertos chilenos, como Antofagasta, Mejillones y Angamo. 

Cáceres explica que, según el proyecto Zicosur, este corredor ingresaría por Ciudad del Este y después de pasar por Encarnación y desde el departamento de Ñeembucú, cruzaría a territorio argentino a través de un puente 
ubicado en Curupayty-La Leonesa/Las Palmas, hasta conectar con la vías en la provincia del Chaco; seguiría por Monte Quemado, Metán, Salta y San Antonio de los Cobres, para finalizar en el Pacífico.
 
Además, es importante señalar que, tanto del lado brasileño como de lado argentino, ya existen ramales ferroviarios en servicio. Por último, es importante destacar que el punto fronterizo para el cruce de estos corredores (vial y ferroviario) hacia Argentina tendría que ser Curupayty. En este punto podría construirse uno de los puentes “bimodales” proyectados para conectar el departamento de Ñeembucú y la provincia del Chaco, para cuyo estudio de factibilidad que acaba de licitarse Fonplata concedió una partida de US$ 1.300.000.

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