Nueva versión para el AVE portugués. En una entrevista televisiva, el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, afirmó el martes por la noche que su Gobierno renuncia a la alta velocidad y apuesta por la velocidad alta.
Bajo este juego de palabras se esconde un importante cambio de prioridades. Como alta velocidad se entienden aquellos trenes que circulan hasta los 350 kilómetros por hora, como es el caso de los AVE españoles. 'Velocidad alta' es un concepto que remite a lo que se conoce como vía de altas prestaciones. Es decir, podrían ser máquinas parecidas al Alaris del que dispone Renfe, que tiene una velocidad comercial de 200 kilómetros por hora. De hecho, Passos Coelho se refirió de forma expresa a convoyes que no superen los 250 kilómetros por hora.
«No tenemos interés en la alta velocidad, sino en una buena conexión con Madrid. Si optamos por una línea de 'velocidad elevada', de hasta 250 kilómetros por hora por ejemplo podemos tener una línea moderna que cuesta cuatro veces menos», defendió.
El máximo responsable del Gobierno portugués afirmó que el AVE Madrid-Lisboa, tal y como estaba planteado originalmente «generaría un gasto en el futuro que debería ser pagado con los impuestos de los portugueses». «Por más dinero que nos ofrezcan para hacer esa obra -en referencia a las ayudas europeas-, esa obra sería deficitaria en el futuro para Portugal , y nosotros no la vamos a hacer», recalcó.
Según recoge Efe, el primer ministro añadió que el Ejecutivo español está de acuerdo con estas variaciones y que la reprogramación del proyecto permitirá igualmente la circulación de trenes de mercancías.
Es decir, una vía de estas características debería ser electrificada y de ancho europeo, perfectamente apta también para los mercancías. Como ya ha venido informando este diario, los medios portugueses vienen explicando desde hace semanas que el principal objetivo del Ejecutivo luso es construir una vía de garantías para abaratar las exportaciones y convertir asimismo al puerto de Sines en una referencia para todo el continente europeo.
«Tenemos interés en poder llevar las mercancías de las empresas portuguesas y las que descargan en el puerto de Sines desde aquí a toda Europa, y para eso precisamos de un acuerdo con España», señaló el primer ministro luso. «Nuestra prioridad no son los pasajeros (...) sino el traslado de mercancías, y para eso no se necesita alta velocidad sino una vía de ancho europeo», resaltó.
Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Extremadura, Valentín García, pidió al Gobierno central y a la Junta que «vuelvan a exigir al Gobierno luso que cumpla los compromisos internacionales respecto al AVE». Explicó que la línea del AVE Madrid-Lisboa es «una línea de alta velocidad entre los dos países, que está cofinanciada por la Unión Europea y que es fundamental que pueda llevarse a cabo en su totalidad, es decir, de Madrid hasta Lisboa pasando por Badajoz y no finalizar en la capital pacense».
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