El antiguo ferrocarril que une a las ciudades de Guayaquil y Quito reiniciará servicios en diciembre de 2012 y se convertirá así en una de las principales atracciones turísticas ecuatorianas, anunció hoy el presidente Rafael Correa.
El mandatario hizo esta afirmación durante su habitual Enlace ciudadano, en el que informa públicamente sobre sus actividades en los últimos siete días y que este sábado se realizó en la explanada de la estación de trenes de la localidad de Durán, en la provincia Guayas, totalmente restaurada.
El ferrocarril Guayaquil-Quito fue construido hace ya más de un siglo durante la etapa presidencial del prócer Eloy Alfaro, y en su momento fue considerado una gran obra de la ingeniería mundial, pero con el paso del tiempo quedó en desuso.
Esta semana mediante encuesta pública para elegir las siete maravillas de Quito, los habitantes de esta capital seleccionaron en primer lugar a la estación de trenes de Chimbacalle, por delante de muchos otros sitios emblemáticos de la urbe.
La entrada en operaciones del ferrocarril Quito-Guayaquil con locomotoras de la época que circularán por parajes de extraordinaria belleza natural pretende convertir este servicio en uno de los principales atractivos para quienes visiten Ecuador, cuyo gobierno apuesta por convertir al turismo en una de las principales industrias del país.
Para esta obra el gobierno ecuatoriano destinó una importante inversión para la restauración de las principales terminales y las intermedias, así como hacer transitable toda la línea férrea en muchos de cuyos tramos habían desaparecido hasta los rieles.
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