Fue el Centro de Iniciativas y Turismo de Santa Cruz el que impulsó esta idea en 1998, contratando la redacción del anteproyecto en 2001, el mismo año en que fue constituida la sociedad Metropolitano de Tenerife. De momento, habrá que esperar a 2012 para ver iniciada la obra, si la crisis lo permite.
Fue en 1998 cuando el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de Santa Cruz decidió encargar un estudio de viabilidad de la red insular de trenes, órgano que contrató la redacción del anteproyecto del tren del Sur en 2001. Fue en ese mismo año cuando quedó constituida la sociedad Metropolitano de Tenerife (MTSA), participada por el Cabildo en un 80%.
Es en ese momento cuando entra la Corporación insular en el desarrollo de una iniciativa, siendo el primer paso la contratación de la redacción del Plan Territorial del Tren del Sur. Eso ocurrió en 2003, encontrándose actualmente (ocho años después y hasta pasado mañana) en periodo de información pública el proyecto de la plataforma y el estudio de impacto ambiental correspondiente.
Es más, el avance del Plan Especial de Ordenación de Infraestructuras del Tren del Sur (Pteoits) fue aprobado hace nueve años, pero el Cabildo de Tenerife tardaría siete más en darle el visto bueno definitivo. Esa lentitud ha metido este proyecto, defendido especialmente desde la Presidencia de la institución, en plena crisis económica.
Aplaudido y criticado, el tren del Sur debe comenzar a ser una realidad a finales de 2012, periodo contemplado para comenzar los trabajos (según los anuncios políticos) que tendrán un coste de 2.346.768.749 euros, 200 millones más de los presupuestados en 2008 (2.147 millones), de los que 1.590.733.802 se los llevará la obra civil. De cumplirse los plazos, la línea entre Santa Cruz y Costa Adeje debe estar operativa en 2018. Es decir, 20 años después de planteado el proyecto.
La situación actual es que la coyuntura económica puede influir decisivamente en la financiación de la obra, porque el Cabildo debe conseguir 2.346 millones de préstamos bancarios con el Gobierno central, que empezaría a librar dinero a partir del ejercicio 2015 durante un periodo máximo de 30 años en un régimen establecido por un programa financiero fijo o variable. De hecho, desde la Corporación insular ya se ha sugerido la posibilidad de que esta actuación sufra alguna demora.
En medio de todo ello, se concreta una ampliación del trazado hasta Fonsalía, un enclave de la costa de Guía de Isora en la que se planifica la construcción de un puerto de pasajeros interinsular cuya realización tampoco ha comenzado tres lustros después de haberse propuesto.
Lo real es que 13 años después de dado el primer paso para dotar a Tenerife de su primera línea ferroviaria, de la misma no se ha colocado ni un tornillo.
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