Uno de los puntales del despegue industrial de Linares está varado en una orilla, sin que realmente se sepa qué va ser de él en un futuro. La Compañía de Vagones del Sur no arranca y la empresa CAF, con otros intereses en el parque empresarial, parece estar detrás de ese parón.
Todo es puro conflicto accionarial y judicial y de múltiple creación de puestos de trabajo, nada de nada. De momento.
A finales de 2007 se presentaba a lo grande la sexta compañía que llegó de manos del proyecto de diversificación económica planteado en Santana Motor para hacer frente a la caída en picado de las ventas en la factoría automovilística. Se trataba de una empresa de fabricación de vagones para trenes de mercancías, de siglas CVS (Compañía de Vagones del Sur), liderada por CAF (que desde 2006 tenía otra sociedad en Santana para la producción de metros y tranvías CAF-Santana). A ellas se venía a sumar Fesur, compañía de transporte de mercancías con accionariado no sólo en manos vascas. Suponía un espaldarazo para el parque empresarial de Santana, junto al viejo estadio municipal de “Linarejos” y el proyecto que lideraba la Junta de Andalucía, con Vallejo al frente de la Consejería de Innovación, y José Manuel Muriel como consejero delegado de Santana, empezaba a visualizarse de forma efectiva a ojos de los jiennenses y de la castigada comarca de Linares.
Todo andaba a pedir de boca, dado que poco después se anunciaba la contratación de cincuenta trabajadores, una vez que se finalizaran las instalaciones, una nueva planta de 15.000 metros cuadrados y una inversión de 15 millones, incentivada con 5’9 millones de euros por parte de la Consejería de Innovación. Pero aquí empezaron los primeros problemas, la empresa CAF, el socio industrial al que se unieron GEA 21 y Gallardo, ralentizó la construcción de las naves hasta extremos insospechados (con Enrique Román como consejero delegado de la nueva empresa se construiría en un año hasta el 90 por ciento de las instalaciones y con la llegada de un nuevo consejero delegado, puesto por CAF, el 10 por ciento restante se va hasta casi los 20 meses). No obstante, las previsiones apuntaban a que se alcanzarían los cien puestos de trabajo cuando estuviera plenamente operativa, con la producción de vagones de carga y “bogies” y a ese clavo ardiendo, el de la creación de empleo, se agarraban tanto la Junta de Andalucía, la gran valedora del proyecto, como el Ayuntamiento de Linares, con Juan Fernández al frente de la Alcaldía, que ha mimado todos y cada uno de los proyectos que supusieran disminuir el galopante paro en la ciudad. Pero por esos problemas accionariales y empresariales entre los socios, con CAF permanentemente en el punto de mira, su puesta en funcionamiento se hacía esperar. Y aún se hace esperar en toda su amplitud, aunque hace solo unas semanas, el nuevo consejero de Innovación, también jiennense, anunciaba que CVS iniciaría su actividad con la primera fase del proyecto para la fabricación de plataformas para Renfe. Con todo, en este tiempo, cuatro largos años casi, ha habido más actividad entre abogados y en los juzgados que en las propias naves.
El retraso, insoportable para el futuro parque empresarial de Santana, vendría propiciado por desavenencias entre CAF y los accionistas de CVS, de la que forma parte la firma vasca y a la que se sumaría en el enredo Fesur, la empresa de logística. De hecho, según ha podido saber este periódico de fuentes de toda solvencia, ambas firmas llevan desde hace meses enredadas en un contencioso civil por motivos, en principio y según informan fuentes cercanas, económicos, aunque detrás podría subyacer la imposibilidad de CAF de hacer frente a la entrega de las máquinas tractoras de los vagones, que aún no han recibido la homologación por parte del Ministerio de Industria. Estaría, por tanto, retrasando la puesta en marcha de la empresa Vagones del Sur, y la fabricación de hasta 200 vagones de un primer contrato importante, de esa fecha inicial de puesta en marcha en 2007, porque no puede fabricar “con papeles” las locomotoras. Entretanto, en los Juzgados de Linares se sigue una guerra sorda entre las tres empresas, antes y ahora socias de la Compañía de Vagones del Sur, y la última de las batallas se dirimió el pasado viernes. Aunque estaba prevista una vista oral el pasado viernes para tratar el asunto, finalmente se suspendió por común acuerdo entre todas las partes.
Este periódico intento, sin éxito, conocer la versión de las partes en litigio, pero, hasta el momento, declinaron pronunciarse, especialmente los responsables de CAF, que participaron el jueves en una mesa redonda convocada por la Cámara de Comercio e Industria de Linares y que es quien realmente ha dado origen al conflicto accionarial y judicial porque denuncia a sus socios, pese a que no puede hacer frente a sus compromisos de fabricación.
Calendario de retrasos de un proyecto con fuerte apoyo público
La sede de Santana Motor fue el escenario elegido, en diciembre de 2007, para presentar la Compañía de Vagones del Sur. Una empresa de fabricación de vagones para trenes de mercancías cuyas estimaciones pasaban por iniciar la construcción de la factoría al año siguiente para que estuviera plenamente operativa a mediados de 2009. “Esta empresa ya no viene a dar respuesta a las necesidades de empleo en Santana, sino como consecuencia de la generación de redes que la nueva economía produce, donde la cooperación e innovación son elementos claves del desarrollo económico”, aseguró el entonces consejero de Innovación, Francisco Vallejo.
Por su parte, en septiembre de 2008 el consejo de Gobierno autorizó la concesión de incentivos de la Agencia de Innovación y Desarrollo (IDEA), con uno a CVS, de 5,9 millones, “para apoyar la instalación de una planta para la fabricación de vagones carga y bogie de tracción en el complejo industrial de Santana”.
Unas semanas después, en octubre de 2008, y en respuesta a preguntas orales formuladas en el pleno del Parlamento de Andalucía, Vallejo recordó la construcción en las instalaciones de una fábrica de vagones de tren, surgida a raíz de la alianza entre GEA 21, CAF y Gallardo y denominada Covasur. En octubre de 2009, Martín Soler, en ese momento titular de Innovación, anunció la creación de 150 nuevos puestos de trabajo “en unos días” con la puesta en marcha de las nuevas instalaciones de la Compañía de Vagones del Sur y la ampliación de estructura productiva de CAF Santana. De este modo, Soler esperaba que a comienzos de 2010 estuviera a “pleno rendimiento” la planta de vagones. Por último, el 17 de febrero de 2011 y con motivo de la presentación de las empresas del Plan Linares-Futuro, el actual consejero, Antonio Ávila, indicó: “Estas actuaciones se suman a las industrias de diversificación ya en desarrollo y que tienen proyectos como era la adjudicación de un contrato de Renfe a la Compañía de Vagones del Sur (CVS) para la construcción de portacontainers en el segundo semestre”.
Un parque empresarial para desarrollar Linares
La Junta de Andalucía, principal accionista de Santana Motor, puso en marcha en 2005 —coincidiendo con el cincuenta aniversario de la automovilística—, un ambicioso plan estratégico de competitividad, en el que se recogía la estrategia de la compañía a corto y medio plazo en los ámbitos de diversificación productiva o alianzas estratégicas con empresas del sector. Uno de los objetivos clave del plan era llegar a acuerdos con compañías líderes en sus sectores, por lo que junto a las empresas proveedoras y auxiliares de la automoción, se implantaron firmas como CAF; Gamesa a la que posteriormente entró Aemsa; Iturri y Enertol, que se ubicaron en las instalaciones que la factoría tiene en La Carolina; la multinacional francesa Alstom; CVS fruto de la alianza entre tres empresas, y en el sector de la automoción se llegó a acuerdos con Suzuki e Iveco.
CVS, la mejor tecnología para fabricar vagones
Santana Motor reforzó su línea de diversificación en el sector ferroviario con la creación de una nueva sociedad fruto de su alianza con las empresas GEA 21, CAF y el Grupo Gallardo. El nuevo proyecto industrial, según se anunció en un primer momento, se centraría en la fabricación de vagones de carga para el transporte de mercancías y se denominó Compañía de Vagones del Sur. La iniciativa localizaba su sede en el parque industrial ahora denominado de Linarejos, cuya construcción de la planta culminaba hace unos meses, y según se anunciaba, la intención era aplicar en sus instalaciones las mejores tecnologías del mercado. La inversión inicial prevista para la puesta en marcha de la nueva empresa era de entre 15 y 20 millones de euros, con una estimación de un centenar de nuevos puestos de trabajo.
Fesur, la última pieza del entramado ferroviario
Ferrocarriles del Suroeste SA (Fesur), constituida en el pasado año 2007 al cincuenta por ciento por el Grupo Alfonso Gallardo y la firma andaluza Gea 21 con la finalidad de transportar por ferrocarril parte de sus propias mercancías, obtenía el pasado 2008 la licencia de operador ferroviario. Fesur adquiría por contrato a CAF, compañía líder en el diseño y fabricación de sistemas ferroviarios, el material necesario para transportar parte de las mercancías que se producen en las factorías que estos grupos industriales tiene en las comunidades autónomas de Extremadura y Andalucía. Y todo ese entramado ferroviario culminaría, según se afirmaba desde en 2008, con la puesta en marcha de una empresa de fabricación de vagones, la CVS (Compañía de Vagones del Sur), surgida de la alianza de tres grupos industriales.
A finales de 2007 se presentaba a lo grande la sexta compañía que llegó de manos del proyecto de diversificación económica planteado en Santana Motor para hacer frente a la caída en picado de las ventas en la factoría automovilística. Se trataba de una empresa de fabricación de vagones para trenes de mercancías, de siglas CVS (Compañía de Vagones del Sur), liderada por CAF (que desde 2006 tenía otra sociedad en Santana para la producción de metros y tranvías CAF-Santana). A ellas se venía a sumar Fesur, compañía de transporte de mercancías con accionariado no sólo en manos vascas. Suponía un espaldarazo para el parque empresarial de Santana, junto al viejo estadio municipal de “Linarejos” y el proyecto que lideraba la Junta de Andalucía, con Vallejo al frente de la Consejería de Innovación, y José Manuel Muriel como consejero delegado de Santana, empezaba a visualizarse de forma efectiva a ojos de los jiennenses y de la castigada comarca de Linares.
Todo andaba a pedir de boca, dado que poco después se anunciaba la contratación de cincuenta trabajadores, una vez que se finalizaran las instalaciones, una nueva planta de 15.000 metros cuadrados y una inversión de 15 millones, incentivada con 5’9 millones de euros por parte de la Consejería de Innovación. Pero aquí empezaron los primeros problemas, la empresa CAF, el socio industrial al que se unieron GEA 21 y Gallardo, ralentizó la construcción de las naves hasta extremos insospechados (con Enrique Román como consejero delegado de la nueva empresa se construiría en un año hasta el 90 por ciento de las instalaciones y con la llegada de un nuevo consejero delegado, puesto por CAF, el 10 por ciento restante se va hasta casi los 20 meses). No obstante, las previsiones apuntaban a que se alcanzarían los cien puestos de trabajo cuando estuviera plenamente operativa, con la producción de vagones de carga y “bogies” y a ese clavo ardiendo, el de la creación de empleo, se agarraban tanto la Junta de Andalucía, la gran valedora del proyecto, como el Ayuntamiento de Linares, con Juan Fernández al frente de la Alcaldía, que ha mimado todos y cada uno de los proyectos que supusieran disminuir el galopante paro en la ciudad. Pero por esos problemas accionariales y empresariales entre los socios, con CAF permanentemente en el punto de mira, su puesta en funcionamiento se hacía esperar. Y aún se hace esperar en toda su amplitud, aunque hace solo unas semanas, el nuevo consejero de Innovación, también jiennense, anunciaba que CVS iniciaría su actividad con la primera fase del proyecto para la fabricación de plataformas para Renfe. Con todo, en este tiempo, cuatro largos años casi, ha habido más actividad entre abogados y en los juzgados que en las propias naves.
El retraso, insoportable para el futuro parque empresarial de Santana, vendría propiciado por desavenencias entre CAF y los accionistas de CVS, de la que forma parte la firma vasca y a la que se sumaría en el enredo Fesur, la empresa de logística. De hecho, según ha podido saber este periódico de fuentes de toda solvencia, ambas firmas llevan desde hace meses enredadas en un contencioso civil por motivos, en principio y según informan fuentes cercanas, económicos, aunque detrás podría subyacer la imposibilidad de CAF de hacer frente a la entrega de las máquinas tractoras de los vagones, que aún no han recibido la homologación por parte del Ministerio de Industria. Estaría, por tanto, retrasando la puesta en marcha de la empresa Vagones del Sur, y la fabricación de hasta 200 vagones de un primer contrato importante, de esa fecha inicial de puesta en marcha en 2007, porque no puede fabricar “con papeles” las locomotoras. Entretanto, en los Juzgados de Linares se sigue una guerra sorda entre las tres empresas, antes y ahora socias de la Compañía de Vagones del Sur, y la última de las batallas se dirimió el pasado viernes. Aunque estaba prevista una vista oral el pasado viernes para tratar el asunto, finalmente se suspendió por común acuerdo entre todas las partes.
Este periódico intento, sin éxito, conocer la versión de las partes en litigio, pero, hasta el momento, declinaron pronunciarse, especialmente los responsables de CAF, que participaron el jueves en una mesa redonda convocada por la Cámara de Comercio e Industria de Linares y que es quien realmente ha dado origen al conflicto accionarial y judicial porque denuncia a sus socios, pese a que no puede hacer frente a sus compromisos de fabricación.
Calendario de retrasos de un proyecto con fuerte apoyo público
La sede de Santana Motor fue el escenario elegido, en diciembre de 2007, para presentar la Compañía de Vagones del Sur. Una empresa de fabricación de vagones para trenes de mercancías cuyas estimaciones pasaban por iniciar la construcción de la factoría al año siguiente para que estuviera plenamente operativa a mediados de 2009. “Esta empresa ya no viene a dar respuesta a las necesidades de empleo en Santana, sino como consecuencia de la generación de redes que la nueva economía produce, donde la cooperación e innovación son elementos claves del desarrollo económico”, aseguró el entonces consejero de Innovación, Francisco Vallejo.
Por su parte, en septiembre de 2008 el consejo de Gobierno autorizó la concesión de incentivos de la Agencia de Innovación y Desarrollo (IDEA), con uno a CVS, de 5,9 millones, “para apoyar la instalación de una planta para la fabricación de vagones carga y bogie de tracción en el complejo industrial de Santana”.
Unas semanas después, en octubre de 2008, y en respuesta a preguntas orales formuladas en el pleno del Parlamento de Andalucía, Vallejo recordó la construcción en las instalaciones de una fábrica de vagones de tren, surgida a raíz de la alianza entre GEA 21, CAF y Gallardo y denominada Covasur. En octubre de 2009, Martín Soler, en ese momento titular de Innovación, anunció la creación de 150 nuevos puestos de trabajo “en unos días” con la puesta en marcha de las nuevas instalaciones de la Compañía de Vagones del Sur y la ampliación de estructura productiva de CAF Santana. De este modo, Soler esperaba que a comienzos de 2010 estuviera a “pleno rendimiento” la planta de vagones. Por último, el 17 de febrero de 2011 y con motivo de la presentación de las empresas del Plan Linares-Futuro, el actual consejero, Antonio Ávila, indicó: “Estas actuaciones se suman a las industrias de diversificación ya en desarrollo y que tienen proyectos como era la adjudicación de un contrato de Renfe a la Compañía de Vagones del Sur (CVS) para la construcción de portacontainers en el segundo semestre”.
Un parque empresarial para desarrollar Linares
La Junta de Andalucía, principal accionista de Santana Motor, puso en marcha en 2005 —coincidiendo con el cincuenta aniversario de la automovilística—, un ambicioso plan estratégico de competitividad, en el que se recogía la estrategia de la compañía a corto y medio plazo en los ámbitos de diversificación productiva o alianzas estratégicas con empresas del sector. Uno de los objetivos clave del plan era llegar a acuerdos con compañías líderes en sus sectores, por lo que junto a las empresas proveedoras y auxiliares de la automoción, se implantaron firmas como CAF; Gamesa a la que posteriormente entró Aemsa; Iturri y Enertol, que se ubicaron en las instalaciones que la factoría tiene en La Carolina; la multinacional francesa Alstom; CVS fruto de la alianza entre tres empresas, y en el sector de la automoción se llegó a acuerdos con Suzuki e Iveco.
CVS, la mejor tecnología para fabricar vagones
Santana Motor reforzó su línea de diversificación en el sector ferroviario con la creación de una nueva sociedad fruto de su alianza con las empresas GEA 21, CAF y el Grupo Gallardo. El nuevo proyecto industrial, según se anunció en un primer momento, se centraría en la fabricación de vagones de carga para el transporte de mercancías y se denominó Compañía de Vagones del Sur. La iniciativa localizaba su sede en el parque industrial ahora denominado de Linarejos, cuya construcción de la planta culminaba hace unos meses, y según se anunciaba, la intención era aplicar en sus instalaciones las mejores tecnologías del mercado. La inversión inicial prevista para la puesta en marcha de la nueva empresa era de entre 15 y 20 millones de euros, con una estimación de un centenar de nuevos puestos de trabajo.
Fesur, la última pieza del entramado ferroviario
Ferrocarriles del Suroeste SA (Fesur), constituida en el pasado año 2007 al cincuenta por ciento por el Grupo Alfonso Gallardo y la firma andaluza Gea 21 con la finalidad de transportar por ferrocarril parte de sus propias mercancías, obtenía el pasado 2008 la licencia de operador ferroviario. Fesur adquiría por contrato a CAF, compañía líder en el diseño y fabricación de sistemas ferroviarios, el material necesario para transportar parte de las mercancías que se producen en las factorías que estos grupos industriales tiene en las comunidades autónomas de Extremadura y Andalucía. Y todo ese entramado ferroviario culminaría, según se afirmaba desde en 2008, con la puesta en marcha de una empresa de fabricación de vagones, la CVS (Compañía de Vagones del Sur), surgida de la alianza de tres grupos industriales.
Vaya panda de sivergüenzas!!! Todo ha sido una estafa, y los trabajores han sido complices de todo!! todos a la carcel!! devolver el dinero público ya!!!
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