Un hombre perdió la vida ayer a la mañana y otro resultó con heridas leves, como consecuencia de un violento accidente ocurrido en el kilómetro 721 de la ruta provincial 51, al impactar su vehículo contra un tren perteneciente a la empresa FerroSur Roca, que circulaba con destino a Bahía Blanca.
Fuentes de Defensa Civil municipal identificaron a la víctima fatal como Carlos Federico Tejeda, domiciliado en nuestra ciudad y mayor de 50 años de edad, quien falleció en el acto.
El trágico episodio se produjo alrededor de las 7.40, en un paso a nivel ubicado en cercanías del paraje Adela Corti, a 25 kilómetros de la localidad de Cabildo y fue protagonizado por el Renault Clio, de color azul, dominio SQO 143, conducido por Tejeda, quien era acompañado por su primo, Oscar Gabriel Ladevix, de 42 años.
Ambos se trasladaban al dique Paso de las Piedras, procurando disfrutar de una jornada de pesca, aprovechando el feriado nacional, según trascendió.
Los peritos, de acuerdo con la información extraoficial, habrían establecido, en principio, que la colisión se produjo cuando el automóvil, que circularía a elevada velocidad, habría intentado cruzar el paso a nivel antes que el convoy.
El conductor del rodado, al parecer, se arriesgó en la maniobra y, cuando reaccionó, se encontró con la formación, que contenía alrededor de 20 vagones vacíos.
"El tren transitaba con rumbo a la estación Grünbein, para luego reponer materiales en el Polo Petroquímico", indicó sintéticamente, en el lugar del hecho, uno de los encargados de la empresa ferroviaria a un cronista "La Nueva Provincia".
Luego del impacto, agregaron los informantes, el Renault Clio dio un tumbo y terminó recostado sobre una de las banquinas de la ruta. En esas circunstancias, Tejeda, quien llevaba colocado el cinturón de seguridad, sufrió golpes muy severos en su cabeza que determinaron su fallecimiento de manera instantánea.
En el luctuoso episodio tomaron intervención personal de Defensa Civil, efectivos de la Patrulla Rural y personal sanitario de Cabildo, que le hicieron las primeras curaciones a Ladevix, quien ingresó en estado de shock al momento de enterarse de la muerte de su familiar.
Por prevención, Ladevix fue derivado al Hospital Privado del Sur, aunque recibió el alta médica alrededor de las 13.
Pudo saberse que una ambulancia del servicio de emergencias arribó al lugar del accidente, determinando los médicos que Tejeda había producido el deceso de Tejeda.
La imagen elocuente del violento impacto quedó reflejada en el destrozado tren delantero y el hundimiento del techo del automóvil, localizados justamente sobre el sector ocupado por Tejeda.
A partir de un llamado al teléfono de emergencias 911, también concurrió al lugar una dotación del cuartel Alberdi, con apoyo de bomberos del Central y los voluntarios de Cabildo.
Los servidores públicos trabajaron preservando el lugar y aguardando la finalización de las pericias accidentológicas llevadas adelante por los efectivos de la Policía Científica.
"¡En este lugar no hay luces ni barreras!", manifestó uno de los tantos curiosos que se acercaron al sector del accidente.
El tren, con sus respectivos vagones, quedó varado y obstaculizando la ruta tras el siniestro, situación que provocó una extensa hilera de vehículos que se prolongó hasta las 9. Luego, el tránsito se normalizó relativamente.
"El golpe fue tremendo. El hombre perdió la vida en el acto, quedó atrapado en el habitáculo, por lo que se hizo dificultoso sacarlo del auto", informó José Luis Henríquez, inspector de Operaciones de Defensa Civil.
El maquinista del tren, quien prefirió reservar su identidad y no dar declaraciones a la prensa, se mostró compungido por el terrible accidente.
Fuentes de Defensa Civil municipal identificaron a la víctima fatal como Carlos Federico Tejeda, domiciliado en nuestra ciudad y mayor de 50 años de edad, quien falleció en el acto.
El trágico episodio se produjo alrededor de las 7.40, en un paso a nivel ubicado en cercanías del paraje Adela Corti, a 25 kilómetros de la localidad de Cabildo y fue protagonizado por el Renault Clio, de color azul, dominio SQO 143, conducido por Tejeda, quien era acompañado por su primo, Oscar Gabriel Ladevix, de 42 años.
Ambos se trasladaban al dique Paso de las Piedras, procurando disfrutar de una jornada de pesca, aprovechando el feriado nacional, según trascendió.
Los peritos, de acuerdo con la información extraoficial, habrían establecido, en principio, que la colisión se produjo cuando el automóvil, que circularía a elevada velocidad, habría intentado cruzar el paso a nivel antes que el convoy.
El conductor del rodado, al parecer, se arriesgó en la maniobra y, cuando reaccionó, se encontró con la formación, que contenía alrededor de 20 vagones vacíos.
"El tren transitaba con rumbo a la estación Grünbein, para luego reponer materiales en el Polo Petroquímico", indicó sintéticamente, en el lugar del hecho, uno de los encargados de la empresa ferroviaria a un cronista "La Nueva Provincia".
Luego del impacto, agregaron los informantes, el Renault Clio dio un tumbo y terminó recostado sobre una de las banquinas de la ruta. En esas circunstancias, Tejeda, quien llevaba colocado el cinturón de seguridad, sufrió golpes muy severos en su cabeza que determinaron su fallecimiento de manera instantánea.
En el luctuoso episodio tomaron intervención personal de Defensa Civil, efectivos de la Patrulla Rural y personal sanitario de Cabildo, que le hicieron las primeras curaciones a Ladevix, quien ingresó en estado de shock al momento de enterarse de la muerte de su familiar.
Por prevención, Ladevix fue derivado al Hospital Privado del Sur, aunque recibió el alta médica alrededor de las 13.
Pudo saberse que una ambulancia del servicio de emergencias arribó al lugar del accidente, determinando los médicos que Tejeda había producido el deceso de Tejeda.
La imagen elocuente del violento impacto quedó reflejada en el destrozado tren delantero y el hundimiento del techo del automóvil, localizados justamente sobre el sector ocupado por Tejeda.
A partir de un llamado al teléfono de emergencias 911, también concurrió al lugar una dotación del cuartel Alberdi, con apoyo de bomberos del Central y los voluntarios de Cabildo.
Los servidores públicos trabajaron preservando el lugar y aguardando la finalización de las pericias accidentológicas llevadas adelante por los efectivos de la Policía Científica.
"¡En este lugar no hay luces ni barreras!", manifestó uno de los tantos curiosos que se acercaron al sector del accidente.
El tren, con sus respectivos vagones, quedó varado y obstaculizando la ruta tras el siniestro, situación que provocó una extensa hilera de vehículos que se prolongó hasta las 9. Luego, el tránsito se normalizó relativamente.
"El golpe fue tremendo. El hombre perdió la vida en el acto, quedó atrapado en el habitáculo, por lo que se hizo dificultoso sacarlo del auto", informó José Luis Henríquez, inspector de Operaciones de Defensa Civil.
El maquinista del tren, quien prefirió reservar su identidad y no dar declaraciones a la prensa, se mostró compungido por el terrible accidente.
No es la primera vez. El 17 de julio de 2005, un hecho similar sucedió en el mismo lugar, aunque sin arrojar víctimas fatales.
Una familia resultó milagrosamente ilesa a pesar que el vehículo en el cual se trasladaba colisionara, sobre el paso a nivel, con la parte delantera de una formación ferroviaria.
El convoy estaba al mando de Luis Alberto Rosales, a quien acompañaba Gustavo Roberto Castaño, ambos empleados de la empresa FerroSur Roca.
Contra la parte delantera de la formación ferroviaria colisionó el Ford Ka, de color gris, dominio DPO 819, al mando de Horacio Gabriel Falcone.
A pesar de la espectacularidad del choque --el conductor había querido adelantarse al paso del tren-- y de los importantes daños sufridos por el automóvil en su parte delantera, sus ocupantes resultaron ilesos.
Una familia resultó milagrosamente ilesa a pesar que el vehículo en el cual se trasladaba colisionara, sobre el paso a nivel, con la parte delantera de una formación ferroviaria.
El convoy estaba al mando de Luis Alberto Rosales, a quien acompañaba Gustavo Roberto Castaño, ambos empleados de la empresa FerroSur Roca.
Contra la parte delantera de la formación ferroviaria colisionó el Ford Ka, de color gris, dominio DPO 819, al mando de Horacio Gabriel Falcone.
A pesar de la espectacularidad del choque --el conductor había querido adelantarse al paso del tren-- y de los importantes daños sufridos por el automóvil en su parte delantera, sus ocupantes resultaron ilesos.
Nueve víctimas en dos años y medio
En los últimos dos años y medio, un total de nueve --sumado el deceso de Tejeda-- muertes se produjeron en la ruta provincial 51, entre Bahía Blanca y Coronel Pringles, por accidentes de tránsito.
De los hechos anteriores, el más resonante fue el acaecido el martes 4 de enero último, cuando se produjo el fallecimiento de tres personas tras el choque de dos vehículos a escasos kilómetros de la cabecera bahiense.
Fueron los casos de Florencia Cassagnet, Martín Cecchini y Mauro Gómez.
El 8 de septiembre de 2008 hubo una colisión entre dos automóviles, por la que, días después, falleció el ex diputado provincial Carlos Lemos. Sucedió a 40 kilómetros de Pringles.
El 22 de diciembre de ese año murió Raquel Suárez, tras el vuelco de su vehículo (mordió la banquina) a la altura del kilómetro 686.
En otro accidente, el 15 de marzo de 2009 perdió la vida Laura Elizabeth Paillán. Fue --en el kilómetro 696,5-- como consecuencia del vuelco de un camión cargado con frutas, que antes había chocado a un ómnibus de pasajeros.
Cuatro días después, una vecina pringlense, Elida Elmira Peredo, se convirtió en otra víctima fatal. Fue a la altura del kilómetro 679, tras un choque en el que se vio involucrado un camión.
El 25 de marzo de 2009, Francisca Esturo, de La Plata, murió al volcar el automóvil que conducía su hijo. Fue en la zona de El Despeñadero, a 30 kilómetros de Pringles.
En los últimos dos años y medio, un total de nueve --sumado el deceso de Tejeda-- muertes se produjeron en la ruta provincial 51, entre Bahía Blanca y Coronel Pringles, por accidentes de tránsito.
De los hechos anteriores, el más resonante fue el acaecido el martes 4 de enero último, cuando se produjo el fallecimiento de tres personas tras el choque de dos vehículos a escasos kilómetros de la cabecera bahiense.
Fueron los casos de Florencia Cassagnet, Martín Cecchini y Mauro Gómez.
El 8 de septiembre de 2008 hubo una colisión entre dos automóviles, por la que, días después, falleció el ex diputado provincial Carlos Lemos. Sucedió a 40 kilómetros de Pringles.
El 22 de diciembre de ese año murió Raquel Suárez, tras el vuelco de su vehículo (mordió la banquina) a la altura del kilómetro 686.
En otro accidente, el 15 de marzo de 2009 perdió la vida Laura Elizabeth Paillán. Fue --en el kilómetro 696,5-- como consecuencia del vuelco de un camión cargado con frutas, que antes había chocado a un ómnibus de pasajeros.
Cuatro días después, una vecina pringlense, Elida Elmira Peredo, se convirtió en otra víctima fatal. Fue a la altura del kilómetro 679, tras un choque en el que se vio involucrado un camión.
El 25 de marzo de 2009, Francisca Esturo, de La Plata, murió al volcar el automóvil que conducía su hijo. Fue en la zona de El Despeñadero, a 30 kilómetros de Pringles.
Veintiseis heridos. Otros 22 siniestros con más de 26 heridos de distinta consideración se registraron en ese tramo de la ruta 51. El último hecho sucedió el pasado 16 de enero, con un choque frontal entre dos automóviles en el sector del puente del dique Paso de las Piedras.
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