El juez de Primera Instancia número Cuatro de Santander ha condenado a un joven a abonar 2.344 euros a Renfe por realizar 'graffitis' en el vagón de un tren que se encontraba en la estación de Reinosa.
La sentencia absuelve por falta de pruebas a otros tres jóvenes, uno de ellos menor, a los que Renfe había acusado también de realizar las pintadas.
Los hechos sucedieron la madrugada del 4 de agosto de 2010 en la estación de Reinosa, donde la Guardia Civil había establecido vigilancia al haberse producido pintadas en los trenes en varias ocasiones.
Dos agentes y el vigilante de la compañía vieron cómo sobre las 01.30 horas varios jóvenes se acercaban a los vagones y comenzaban a pintar en el lateral de uno de ellos una línea negra y varias firmas de color gris claro.
Al acercarse a ellos, los jóvenes salieron huyendo, aunque pudieron distinguir el rostro de uno, BA.P.S.E., pero no el de los demás porque se pusieron capuchas. Aunque les persiguieron, no lograron atrapar a ninguno.
Sin embargo, el vigilante vio al condenado introducirse en un vehículo aparcado en el lugar. Tras esperar un rato por si aparecían los demás, los agentes le identificaron y encontraron en el coche 14 sprays, dos rotuladores permanentes y 42 boquillas, algunas de ellas con signos de haber sido utilizadas, por lo que le detuvieron, dejándolo en libertad tras prestar declaración.
Sobre las 07.40 horas del mismo día, el vigilante avisó a la Guardia Civil de que había visto entrar en un tren de cercanías con destino a Santander a un joven al que el día anterior había visto con el detenido y a otros como él. Estos fueron identificados y en su declaración negaron haber participado en los hechos.
La sentencia considera que sólo se ha probado la intervención en las pintadas del condenado, al que identificaron "de manera total" en el momento en el que las realizaba tanto el vigilante como los agentes, además de que se le ocuparon los sprays.
En cuanto a la cantidad que deberá pagar a Renfe, coincide con la que reclama la compañía, pero sin incluir el IVA, ya que, según el juez, ni se ha acreditado que se haya procedido ya al pintado del vagón, ni que se pague ese impuesto por una actividad que "al parecer" se realiza en los mismos talleres de la compañía.
Tampoco aplica a la multa los intereses, al no ser una cantidad líquida hasta ese momento, ni constar que Renfe haya abonado la misma a un tercero.
En cuanto a las costas del juicio, impone al condenado la parte correspondiente y a la demandante las de los jóvenes absueltos, dado que su participación era "muy dudosa".
Los tres mayores de edad habían sido declarados en "rebeldía procesal", por no haberse personado en la vista o por haberlo hecho "sin la postulación exigida".
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