Reivindican la identidad ferroviaria del pueblo.
Esperan que reparaciones finalicen antes de agosto.
La vista aérea de la estación de El Maitén muestra cómo el pueblo creció a su alrededor. En el ángulo superior derecho, los talleres donde se reparará la formación. Queremos que se respete nuestra identidad de pueblo ferroviario" es el reclamo más escuchado en esta localidad en referencia al anuncio de trasladar la formación restante del Viejo Expreso Patagónico a Esquel, en reemplazo de la máquina y los vagones accidentados durante Semana Santa. Américo Austin, el coordinador general de La Trochita, había adelantado esa alternativa ni bien ocurrió el vuelco del trencito. "La gente de El Maitén mantiene una relación histórica con el ramal, fuimos nosotros los que nos plantamos en la época en que querían cerrarlo y que obligó a muchas familias a emigrar. Fuimos los que gestamos e instauramos la Fiesta del Trencito, como un grito desesperado para preservar las fuentes laborales y mostrar el potencial turístico", resumió ayer el dueño de un restaurante que teme perder ahora "los escasos visitantes que puedan llegar durante el invierno". Los funcionarios consultados se mostraron esperanzados en "recuperar las máquinas y el material rodante antes de agosto, porque la verdad es que el receso de las excursiones comenzó el fin de semana pasado". En coincidencia, la pausa también rige para Esquel, donde solo queda hasta las vacaciones de invierno un tren de reserva para viajes "charter" contratados desde el exterior. Asimismo, los únicos talleres habilitados del ramal chubutense están en El Maitén, con recursos humanos capacitados, hasta donde piensan trasladar a la locomotora Baldwin siniestrada, que ayer comenzó a ser desguazada en el lugar del accidente. Los trabajos incluirían el arreglo de los 8 vagones dañados. La realidad muestra que más allá de considerar a La Trochita como el principal atractivo turístico de El Maitén, su incidencia en la economía lugareña se limita "a la venta de algunos pasajes, a las artesanías que se venden en el andén y a lo que mueve –una vez al año–, la Fiesta Nacional del Tren a Vapor", ya que "la comercialización del producto se hace a través de agencias de El Bolsón y Bariloche", reseñó uno de los comerciantes consultados. Sí reconoció "los puestos laborales permanentes, son sueldos que quedan en el pueblo", y que en últimos años "ha crecido el nivel de venta de pasajes en la boletería local, merced a la promoción permanente que hace el gobierno en ferias de todo el país". Hasta el domingo, los recorridos de La Trochita se hicieron con una frecuencia de tres veces por semana uniendo la estación local con el paradero Bruno Thomas, distante 25 kilómetros al sur. En tanto, desde Esquel, los turistas viajan hasta la colonia mapuche Nahuelpán, con el agregado circunstancial de un simulacro de un asalto de pistoleros a caballo, al estilo del Lejano Oeste, cuya recaudación va a parar a alguna entidad benéfica. |
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