viernes, 25 de marzo de 2011

LA PLATA - Se necesitan soluciones de fondo para el problema del paso del tren por la Ciudad


Que a poco más de treinta cuadras del centro platense muchas personas se jueguen la vida cotidianamente cruzando por el puente ferroviario sobre el arroyo El Gato, por la falta de un cercano paso peatonal, y que, en algunas ocasiones, un tren embista y mate a alguien que caminaba por las vías, tal como ocurrió jornadas atrás, patentiza en forma dramática el grado de atraso que sufre el desarrollo urbanístico en la capital provincial.
Lo cierto es que lo ocurrido en Ringuelet no sólo no sorprende, sino que puede repetirse en muchos de los barrios que permanecen virtualmente aislados por las vías del ferrocarril que corre entre Constitución y La Plata, convertidas cada vez más en una casi impasable muralla de hierro que obliga a los peatones -y también a los automovilistas- a realizar tortuosos recorridos para poder franquearla a través de los pocos pasos existentes. A esa dificultad se suma, en este caso, la necesidad de sortear un curso de agua.
El accidente se registró en el cruce ferroviario sobre el arroyo El Gato, en 1 y 114. Los vecinos radicados en la orilla norte del curso de agua se ven obligados a caminar hasta la avenida 7 para cruzar las vías o, de otro modo, hacerlo por el puente. En la actualidad se está construyendo un nuevo puente a la altura de calle 3, que permitirá el paso de peatones y de automóviles, aun cuando los vecinos reclaman que se acelere la obra.
Se detalló que la presencia de dos escuelas en 2 y 515 obliga a quienes viven hacia el norte del arroyo a cruzar diariamente por el puente de la avenida 7, lo que les implica salir de sus casas hasta veinte minutos antes, según explicaron. Eso hace que en muchas ocasiones el apuro los lleve a cruzar temerariamente por las vías para que los chicos lleguen temprano a los colegios.
Tal como se informó, la obra, que fue propuesta por los propios vecinos en el marco del Presupuesto Participativo, comenzó el año pasado y ya se encuentra avanzada en un 40 por ciento. Según estimaron en la Municipalidad, podría estar concluida y habilitada dentro de los próximos 90 días.
Tal como se ha dicho, este caso particular, tan lamentable, refleja un problema endémico que es que plantea el paso de las vías ferroviarias por la periferia y el casco urbano. Un problema que, salvo en el caso de la avenida 520 que atraviesa bajo nivel merced a una obra de avanzada realizada hace más de tres décadas, deja abiertos en nuestra ciudad gravísimos problemas urbanísticos, tanto para el presente como para su desarrollo futuro. En muchas ciudades del mundo los trenes -ya electrificados y superveloces- ingresan y egresan de las ciudades sin un sólo cruce automovilístico a nivel de las vías.
Los exponenciales crecimientos demográficos y del parque automotor exigen que no se demoren más las soluciones que deben empezar a adoptarse y que los especialistas podrán recomendar. Los riesgos que corren los vecinos, los penosos accidentes que se reiteran no hacen sino sumar evidencias harto elocuentes, como para que las autoridades decidan comenzar las planificaciones y obras que la Ciudad reclama desde hace muchas décadas.

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