sábado, 29 de enero de 2011

Recrudece la tensión gremial en el comienzo de un año electoral

Hubo protestas en peajes, trenes y el puerto de Rosario; inquietud por el crimen de Rodríguez.

En pleno comienzo del año electoral, las disputas sindicales entraron ayer en un inocultable clima de tensión. Las peleas se registraron en distintos puntos del país: un enfrentamiento entre gremios por el encuadramiento de los trabajadores de los peajes provocó una batalla campal y dejó tres heridos en una autopista porteña; una huelga paralizó por tercer día consecutivo el puerto de Rosario, con más de 20 buques sin poder cargar, y una protesta de los maquinistas de La Fraternidad provocó demoras en todas las líneas de trenes.
Los reclamos se profundizaron, además, en una atmósfera enrarecida por el misterioso asesinato del tesorero del sindicato de Maestranza, Rogelio Roger Rodríguez, anteayer. También se produjo otro bloqueo del sindicato de camioneros a las plantas impresoras de La Nacion y Clarín, ayer a la madrugada, que afectó la distribución de los diarios.
Desde las 4 de ayer, afiliados al Sindicato Unico de Trabajadores de Peajes y Afines (Sutpa), que lidera Facundo Moyano, hijo menor del jefe de la CGT, Hugo Moyano, protestaron levantando las barreras de las cabinas del barrio porteño de Parque Avellaneda para reclamar "mayor seguridad" en la autopista Perito Moreno, después de la muerte de una empleada atropellada.
Al amanecer, un grupo de empleados que responden al Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), a cargo de Armando Cavalieri, intentó desactivar el reclamo y enfrentó a los seguidores de Moyano. La pelea terminó a las trompadas.
Hubo al menos tres heridos de consideración. El más grave fue un joven que, según denunció el SEC, terminó arrojado debajo de un camión que llegaba al peaje. A raíz de una serie de fracturas expuestas, Ariel Marcolongo, de 35 años, debió ser internado en el hospital Santojanni. Demian Villamagna, también afiliado al SEC, fue trasladado al hospital Piñero por la pérdida de un diente y politraumatismos. El tercer herido, del gremio de Moyano, fue atendido en el lugar por personal del SAME.
Ambos gremios lanzaron denuncias cruzadas para explicar el origen de la gresca. Los aliados de Moyano aseguraron que todo empezó porque un afiliado al SEC golpeó en la boca a un manifestante del moyanismo.
Los empleados de comercio lo negaron y aseguraban que los hombres de Moyano los atacaron cuando vieron que revelaban a la prensa el verdadero motivo de los reclamos. Desde hace tiempo, entre ambos sindicatos hay fuertes cruces, cada vez más violentos. La razón: se disputan, cuerpo a cuerpo, la afiliación de los empleados.
La gresca causó preocupación en el gobierno de la ciudad, responsable de las autopistas. El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, advirtió: "Vamos a denunciar a las patotas sindicales que usan la violencia y ponen en riesgo la vida de la gente. Esto no se puede permitir".
A la misma hora en que el grupo que responde a Facundo Moyano tomaba los peajes, seguidores de Pablo Moyano, otro de los hijos del jefe de la CGT, mantenían los bloqueos a la distribuidora de diarios. "Vamos a seguir reclamando por tiempo indeterminado", dijo luego el dirigente camionero, que reclama también el cambio de encuadramiento de los empleados de la distribución (que también pertenecen a comercio). Esa medida de fuerza causó el repudio de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) y de las principales figuras de la oposición.

Más protestas

No fue la única protesta. Vendedores ambulantes bloquearon ayer las boleterías de trenes en la estación Constitución, para pedir el pase a planta permanente en la línea Roca, mientras los maquinistas, enrolados en el gremio de La Fraternidad, cumplían un paro de ocho horas, que terminó provocando demoras de más de 30 minutos en todas las líneas de pasajeros que circulan en la Capital y el Gran Buenos Aires.
Los conductores reclamaban mayor seguridad e higiene en las formaciones. Se quejan, especialmente, por la falta de elementos de seguridad obligatorios, como matafuegos, bengalas y botiquines.
El secretario general del gremio, Horacio Caminos, aseguró ayer que "se incumplen normas elementales" y denunció que las compañías que "menos respetan la legislación" son Trenes de Buenos Aires, a cargo de las líneas Mitre y Sarmiento; y la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe), que opera los ferrocarriles Roca, San Martín y Belgrano Sur. La protesta, que empezó cerca de las 3, sólo finalizó después de las 11, luego de que el Gobierno acordara una reunión, que se hará pasado mañana.
Mientras tanto, por tercer día consecutivo, una protesta de trabajadores portuarios, que piden aumentos salariales, mantiene paralizado el puerto de Rosario, donde funcionan las principales terminales exportadores de granos del país.
"Las plantas están paradas totalmente y los embarques no se están haciendo", se lamentaba ayer Alberto Rodríguez, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Aceitera. Más de 20 buques anoche esperaban para iniciar o bien completar su carga. La situación empezó a preocupar a las autoridades portuarias, que anoche sostenían que las pérdidas serán "millonarias".
El clima de tensión sindical precede a la discusión de las paritarias en la mayoría de los grandes gremios, en medio de la preocupación del Gobierno en el año electoral. En ese contexto, ya ha fracasado el intento oficial de gestionar un acuerdo de precios y salarios entre los industriales y la CGT de Moyano. El líder camionero no sólo advirtió que quiere discutir subas salariales "con la inflación del supermercado", sino que aspira a tener gran influencia en el armado de las listas electorales del kirchnerismo.


on con afiliados de Comercio   

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