La prueba, organizada en el túnel ferroviario de Perthus que separa a los dos países, fue "globalmente satisfactoria", estimó la prefectura de los Pirineos Orientales al término de este ejercicio en el cual tres de los ocho vagones de un tren de gran velocidad se "salieron" de los rieles, causando medio centenar de "heridos", de los cuales "murieron" nueve finalmente.
El simulacro, destinado a resaltar las eventuales fallas del dispositivo de seguridad antes de que entre en servicio la línea, mostró una carencia en las comunicaciones con los españoles para coordinar los auxilios, observó la prefectura.
El plan de emergencia, que comenzó en horas de la tarde en momentos en que el tren se encontraba a 2 km de la entrada del túnel de más de 8 km de largo, movilizó del lado francés a unos 120 bomberos, 60 gendarmes, 40 socorristas, así como numerosas ambulancias y helicópteros. Del lado español, medio centenar de personas participaron en la operación.
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