La investigación por el homicidio del militante Mariano Ferreyra sumó anoche un nuevo detenido, el tercero que tiene esta causa. Se trata de Juan Carlos Pérez, un trabajador ferroviario vinculado a la estructura del gremio que conduce hace un cuarto de siglo José Pedraza.
La detención de Pérez se produjo en la localidad de Brandsen, en las afueras de la ciudad de La Plata. Este hombre es investigado por su presunta relación con el arma que mató a Ferreyra o con otras armas que habrían estado en poder de la patota que la semana pasada atacó a los trabajadores “tercerizados” de la ex línea Roca y a los militantes del Partido Obrero (PO) que apoyaban su reclamo.
Pérez trabaja en la estación Brandsen, una de las paradas del tren a Mar del Plata operado por la empresa Ferrobaires. Se allanó su casa pero no se encontraron armas, dijeron fuentes policiales. Según una versión, Pérez sería la persona que en los videos del canal C5N aparece como escondiendo un arma en su cintura el día de los incidentes.
Ayer, la Justicia ordenó una pericia sobre unos casquillos encontrados en terrenos ferroviarios de Constitución donde se habrían realizado prácticas en los días previos al ataque en el que murió Ferreyra. Ayer también se realizó un allanamiento en la Unión Ferroviaria en la que se secuestró documentación. La Justicia busca elementos para determinar el grado de responsabilidad de la dirigencia del sindicato conducido por Pedraza. Entre esos elementos buscados se encontraría un registro de los teléfonos usados por dirigentes del gremio.
Mientras Pérez era detenido, los dos primeros arrestados en esta causa declaraban ante la jueza Susana Wilma López. Sin hacer nombres, el acusado de haber disparado contra Ferreyra, Cristian Favale, reiteró su inocencia en el caso y ratificó, esta vez ante la Justicia, la descripción que ya había hecho en exclusiva ante Clarín sobre el supuesto homicida. Las características dadas por Favale coinciden con las del barrabrava Gabriel Sánchez.
El último en declarar anoche fue Pablo Díaz, jefe de los delegados de la ex línea Roca. Está imputado de haber sido quien reclutó a la patota que actuó a los balazos contra los trabajadores enfrentados con la conducción del sindicato. Según fuentes ligadas a la causa, Díaz habría dicho haber visto un arma de fuego en manos de los “tercerizados”.
La declaración ante la jueza de Favale, el también barrabrava de Defensa y Justicia, acusado de haber hecho los disparos, según un testimonio de identidad reservada y otro que lo describe físicamente como quien disparó fue corta y terminó con una crisis de nervios y llantos del acusado que obligó a su pase por el Cuerpo Médico Forense.
Favale dijo ante la jueza que teme por su seguridad. Antes de iniciar su indagatoria, que duró no más de 20 minutos, pidió un vaso de agua, se declaró inocente y dijo confiar en “Dios, la Justicia y la prensa”, según expresaron fuentes judiciales.
Inmediatamente después aseguró estar en condiciones de identificar a quien disparó contra los militantes del PO que apoyaban el reclamo de los trabajadores “tercerizados”. Uno de los balazos mató a Ferreyra y dejó en estado de coma a Elsa Rodríguez.
La descripción es la misma que ya había hecho ante este diario: el agresor usaba gorrita y anteojos, es robusto y tiene un tatuaje de un payaso en un brazo. De acuerdo con las fuentes, la fiscal le preguntó sobre su ubicación exacta en la calle de los incidentes. Los manifestantes del PO y los trabajadores que reclamaban ser reincorporados a las empresas “tercerizadas” del Roca se fueron de Avellaneda a Barracas luego de que el grupo ligado al sindicato le impidiera cortar las vías del tren. En Barracas fueron atacados a balazos.
Los investigadores judiciales también quisieron saber la cantidad de autos que usaba Favale, al parecer dos, uno de él y otro de su madre. Favale, que actualmente trabaja como remisero, dijo que fue a la estación Avellaneda porque quería conseguir trabajo en la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (UGOFE), la administradora del Roca.
El arma homicida y otras armas que habría usado la patota ferroviaria ya habían sido buscadas en distintos allanamientos ordenados por la jueza López. La semana pasada fue en la sede del sindicato y en la UGOFE. El fin de semana pasado ocurrió lo mismo en las órdenes de detención libradas contra Díaz y Favale.
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