lunes, 16 de enero de 2012
La crisis paraliza los trenes
Los proyectos para llevar sendos trenes al norte y al sur de Tenerife están paralizados por la falta de financiación. El Cabildo decidió en noviembre suspender temporalmente la redacción de los proyectos de construcción del tren del sur en tanto no lleguen los 8 millones prometidos por Madrid.
El pasado 22 de noviembre el Cabildo de Tenerife sorprendió con el anuncio de que paralizaba los proyecto constructivos del tren del sur por falta de financiación. Un año antes el presidente tinerfeño, Ricardo Melchior, daba por hecho no sólo su entrada en funcionamiento en 2018, sino que a buen seguro sería un tren de alta velocidad no ya el del sur, sino el que atravesaría la isla, de Los Realejos a Adeje. Hasta viajó a Bruselas para mostrar a la Comisión de Transporte de la Unión Europea las excelencias del Transrapid como modelo de transporte sostenible .
El coste de la ejecución de los trabajos del tren entre Santa Cruz de Tenerife y Adeje, con una prolongación prevista hasta el puerto de Fonsalía, en Guía de Isora, ronda ya los 2.400 millones de euros y la idea del Cabildo era que el Estado, descartado que financiara el 100% del proyecto, aportará el 70% del coste total y el 30% restante se cubriría con los ingresos que se obtengan, de manera que la infraestructura no le costase al Cabildo ni un solo euro.
Hasta el año pasado el Cabildo tinerfeño veía «factible» que en 2018 el tren del sur echara a andar, siempre que no hubiera problemas con la financiación, un asunto que obligaría, como efectivamente ha sucedido, a retrasar los planes iniciales.
De momento, la Corporación insular mantiene el gasto previsto en la planificación territorial y la declaración de impacto ambiental, pero no irá más allá en los proyectos constructivos hasta que el nuevo Ministerio de Fomento firme la addenda de ocho millones de euros previstos en los Presupuestos Generales del Estado de este año. Esta cantidad se sumaría a los dos millones iniciales aportados en 2011, consecuencia del convenio suscrito entre el Cabildo tinerfeño y el Ministerio de Fomento del anterior Gobierno socialista.
El compromiso al que se llegó con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que el nuevo Ejecutivo no ha ratificado preveía un aporte anual sin determinar que durante no más de 30 años a partir de 2015.
Gran Canaria también está pendiente del dinero de Madrid
El Cabildo de Gran Canaria aprobó provisionalmente el 30 de diciembre el anteproyecto y el estudio de impacto ambiental del tren de la isla, pero su presidente, José Miguel Bravo de Laguna, advirtió que su construcción «está supeditada a la recepción de 1.565 millones», el coste total de la infraestructura.
El presidente grancanario explicó ese día que con la aprobación del estudio medioambiental sobre el anteproyecto del tren y su aprobación provisional, después de que en 2010 se diera el visto bueno al Plan Territorial de Ordenación, el equipo de gobierno insular «ha hecho sus deberes» y ha «justificado» el gasto efectuado por el Ministerio de Fomento, que había comprometido para las primeras fases de este proyecto, unos 23 millones de euros. El Cabildo de Gran Canaria continuará impulsado los tramites correspondientes aún sabiendo que la construcción y explotación requiere de una inversión cuantiosa que, según Bravo de Laguna, deberá producirse a nivel nacional o europeo.
El trazado del tren de Gran Canaria unirá la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y San Bartolomé de Tirajana a través de 11 estaciones, por el corredor este de la isla, donde se acumulan dos tercios de la población insular.
La idea del Cabildo, siempre que haya financiación, es que las obras concluyan en cuatro años una vez que se inicien. La previsión es que en su primer año el tren mueva 12,8 millones de pasajeros.
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