domingo, 3 de abril de 2011

ECUADOR - Cevallos sueña con el tren


Gran parte de la cultura del cantón Cevallos se modificó con el paso del tren y más aún con la construcción de la tercera estación más importante del Ecuador, ubicada en este rincón tungurahuense.

El acontecimiento permitió que este lugar se transformara en una parada obligada de los cientos de pasajeros que viajaban a diario en los trenes y ferrocarriles hacia distintos destinos. 

En este cantón se embarcaba en los vagones las frutas, flores y artesanías, cosechadas y producidas por manos campesinas de Tungurahua, moviendo la economía local.

El recuerdo
Jorge Humberto Granda, de 86 años, nacido en Salcedo, que debido a su paso por distintas estaciones como maquinista, se enamoró de la belleza de la mujer cevallense y decidió quedarse definitivamente aquí, hoy es una historia viviente de lo que fue el ferrocarril.

Cuenta a las nuevas generaciones la importancia que representó el sistema ferroviario para el Ecuador y lo que ha sido para su vida el estar en Cevallos, donde ‘los corazones se enraízan’, sostuvo.

Mencionó que la estación de Cevallos era la tercera parada más importante del país, debido a que aquí se efectuaba el pesaje de la carga que llegaba de distintos cantones de Tungurahua, incluso desde Pastaza.

Cuenta que luego de ser jefe de cuadrilla en una parada de Quito fue removido al cargo de ambulante en los trenes de ruta, y eso le permitió conocer los más hermosos paisajes del centro del país.

En esa época, el recorrido del tren comenzaba a eso de las 03:00 desde Riobamba. Iba a altas velocidades hasta Urbina y Cevallos, movilizando alrededor de 15 a 20 vagones de carga, donde se llevaban los productos de esta zona a distintos lugares del país, considerándose así el principal medio de transporte y desarrollo económico. Asimismo, lo hacía con los productos de la costa ecuatoriana, cruzando la cordillera. Entre el recorrido que efectuaba en este tramo conectaba a Ambato, Puerto Arturo, Lasso, Cotopaxi y Tambillo, en menos de una hora cada tramo.

Cómo funcionaba
Lo que más sorprendía de este ‘gigante de Los Andes’ es que siempre cautivaba las miradas y la atención de las personas, debido a que en su paso producía un estruendo de bocinas y el potente motor del ‘Tren Negro’ que se movía con petróleo y ladrillo incandescente, despertando con ese sonido a los habitantes de la zona.

“Lo que siempre apasionaba era la coordinación del paso de las ruedas metálicas, arrastrándose sobre las rieles cuando este frenaba, transformándose en un verdadero espectáculo que nunca nos molestaba”, afirmó el exferroviario. 

Lo importante de este medio de transporte es que cambió la mentalidad y el modo de vida de los cevallenses, incluso, aumentó la población de este cantón. 

Don Jorge sostuvo que siempre fue bien recibido por la gente en las estaciones. “Esa era nuestra entrada triunfal, y los niños nos admiraban, al igual que las mujeres”, añadió.

Las personas que viajaban en el tren mixto, que era solo de pasajeros, se bajaban en este cantón y consumían productos como frutas, dulces, comida y adquirían artesanías, elaboradas a mano.

Granda dedicó su vida al servicio ferroviario por 32 años y fue obligado a jubilarse en 1970, a poco tiempo de que la Estación Cevallos dejara de operar.

Añoranza de Cevallos
Clara Sánchez Morales, hija de un extripulante del tren (fallecido), contó que cuando la parada era más demorada, los turistas se bajaban de los vagones y efectuaban un recorrido por la Plaza (hoy Parque Central de Cevallos), donde degustaban de la gastronomía y se enamoraban de la belleza de sus mujeres. 

Es así que cientos de maquinistas y ferroviarios se quedaron en esta tierra. Desde entonces sus costumbres cambiaron a raíz del paso de este ‘coloso’ de hierro que pesaba cientos de toneladas.

Desde la desaparición de este medio de transporte, todo cambió y el cantón fue como un cementerio, sin mayor movimiento económico ni visitantes. Sin embargo, este pueblo logró sobresalir. 

El Dato
En 1965, el primer medio de transporte que rompió fronteras nacionales e internacionales pasó a manos del Estado, y esa habría sido la causa de su de-saparición. 

Lo que se espera hacer
° Bayardo Constante, alcalde de Cevallos, ha sido uno de los principales impulsores de la reactivación del ferrocarril, por lo cual rindió un homenaje a los trabajadores ferroviarios, levantando el único monumento en su honor que actualmente existe en el Ecuador.

Gracias a esta iniciativa, en otras provincias también recuerdan con gratitud al ferroviario, quien a su paso dejó alegrías e ilusiones.

Constante está dispuesto a colaborar con la recuperación de la estación y la línea férrea de Cevallos, pues si volviera a funcionar, el cantón sería nuevamente un punto importante de comercialización, pero sobre todo turístico y muy romántico.

FRASE
"Cuando niño, solía correr con mis amigos hacia la estación, para admirar el gigantesco motor y recuerdo que colocábamos monedas debajo de las ruedas para que estas terminen aplanadas”.
Denis Sánchez
Técnico de la Unidad de Desarrollo Local del Municipio de Cevallos.

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