El proyecto incluye museos y vagones convertidos en bar y teatro.
Llegó a Colonia del Sacramento a finales de 2000, como una visitante más que cruzaba el Río de la Plata. Abogada de profesión, pero cansada de las grandes ciudades, la argentina Analía Berdini conoció el paisaje del Real de San Carlos y decidió que allí estaba su lugar en el mundo.
Luego de decidir que quería vivir en Colonia, Berdini echó a rodar un sueño que a muchos les pareció imposible, el de recuperar la estación de trenes que alguna vez, a comienzos del siglo XX, había imaginado su compatriota Nicolás Mihanovich.
"El proyecto comenzó a gestarse una vez que terminó el primer remate de AFE y me encontré como dueña de un vagón dormitorio, un montón de maderas, plataformas y rieles, infinidad de piezas y artículos ferroviarios y un furgón de carga", recordó en diálogo con LA REPUBLICA.
"Un segundo remate me dejó en propiedad de un coche de pasajeros de primera que también funcionaba como coche comedor, además de veinte sillas, cinco banquetas, diez máquinas de escribir y de sumar, maceteros, escritorios, lámparas, ventiladores, sillones y otras cosas inútiles de las que AFE se desprendía a poco costo y que yo iba acumulando", añadió.
También fue comprando varias cajas de vagones, todas de excelente madera de la época, "que los chatarreros despreciaban y yo amaba, porque con ellas podía restaurar mis queridos trenes", dijo Berdini.
FRENTE A LA PLAZA DE TOROS
Berdini compró terrenos ubicados frente a la histórica Plaza de Toros y se conectó "con la Asociación Uruguaya de Amigos del Riel (AUAR)", de la que actualmente forma parte como seccional o filial.
"Justamente el coche 560, que tuvo en comodato la Intendencia de Colonia hace muchos años, y que después fuera abandonado en un parque de Rosario (en la zona este del departamento) lo tiene en comodato la AUAR. Debido a que ellos no pudieron llevarlo a Montevideo porque armado no pasaba por los puentes, me pidieron si yo podía hacerme cargo de su rescate y así lo hice", contó Berdini.
También pudo restaurar la estructura de origen de ese vagón que era parte del Gran Ferrocarril del Este uruguayo. En cuanto al dinero que lleva invertido en esta iniciativa, asegura que ha perdido la cuenta.
"El monto debe ser muy grande, ya que además de los remates y la licitación seguí comprando diversos artículos para el museo que instalé, y he tenido que mandar replicar muchas piezas que no logré recuperar de los vagones", explica.
A modo de ejemplo menciona que "todas las luces del coche de primera fueron fabricadas por pedido y son una copia exacta de las que llevaban esos trenes en sus orígenes". "Las piletas de los baños son de los vagones del Ferrocarril Sud de Argentina. Lo mismo los paragüeros, los ganchos para colgar la ropa y los respiraderos de bronce", agregó la argentina.
ESTACIÓN RECUPERADA
El proyecto de la doctora Berdini abarca "dos museos, uno del ferrocarril y otro del Real de San Carlos, una casa de antigüedades, una tienda de regalos temática (sobre el ferrocarril y el Real), una biblioteca de textos de comienzos del siglo XX, los vagones que funcionarán como café, casa de comidas y restobar y un espacio especialmente dedicado a exponer arte, ver teatro o deleitarse con un buen concierto".
El sueño trunco del empresario Nicolás Mihanovich -que desarrolló el Complejo Turístico con una plaza de toros, un hotel casino y un frontón de pelota vasca- ahora es realidad con la estación de trenes que aquel visionario imaginó.
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