Una larga alfombra roja en el andén de la vía 6 de la Estación Joaquín Sorolla puso ayer el toque elegante a una mañana un poco rara y con una lluvia contenida que no dejaba de molestar... Justo el día en el que me olvido el paraguas en casa. ¡Menuda lata!
Aunque me hubiera gustado, no me dirigí a la moderna terminal del AVE para embarcarme en ningún viaje a la capital española, y miren que estuve tentada de subirme a uno de esos vagones, sin que nadie se diera cuenta, y aparecer en algún lugar del país. Así, en plan fugitivo y a la aventura, como Richard Kimble (Harrison Ford) en la mítica película de Andrew Davis. Pero finalmente me contuve.
Mi visita fue por otro motivo: Valencia Fashion Week (VFW). Y dirán, ¿qué relación tiene la pasarela con la alta velocidad? o como dicen algunos... ¿qué tienen que ver los churros con las meninas?
Pues así, intentando pensar con qué me sorprenderían esta vez, llegué a aquella estación.
Nada más cruzar las puertas de cristal me topé con Josep Lozano, director técnico de la pasarela. Y después de plantificarnos dos besos y de hablar sobre cómo estábamos, me presentó a Virtudes Langa, mujer de Gabriel Seguí, el famosos peletero, y directora ejecutiva de la marca.
De ella sólo recuerdo su cuidada melena negra, que le daba un toque algo racial, y su espectacular abrigo. Una preciosidad.
Pronto emprenderíamos el camino que nos llevaría a 'Días de moda', una muestra fotográfica que adornará los vagones del AVE hasta el próximo 23 de febrero.
Eran las 12 de la mañana, según marcaba el gran reloj del apeadero, y hasta el andén se dieron cita numerosos rostros conocidos en esto de las pasarelas.
Los protagonistas de la inauguración, sin duda, fueron los dos fotógrafos que dieron luz a las instantáneas. Sus nombres, José Luis Abad Rubio y Raúl Dapena Pérez.
Ellos han retratado como nadie el backstage de los desfiles; minutos de peluquería y maquillaje, momentos de descanso de los modelos, primeros planos, perspectivas personales, diseñadores... En fin, todo aquello que se escapa a los ojos de los espectadores y que ahora quedan totalmente al descubierto.
En total, y distribuidos en varios puntos estratégicos de los vagones, se pueden contemplar un total de 100 imágenes de varios formatos (50x70, 40x60, 25x50 y 25x35), tanto en color como en blanco y negro. Unos retratos que tienen como objetivo buscar la interacción con el público que viaje en ellos.
Pasillo arriba, pasillo abajo. Por el interior de aquel vagón, que se parecía más al camarote de los hermanos Marx (por aquello del espacio y de que no hacía nada más que entrar gente y más gente) pude cruzarme con Álex Vidal, diseñador y director ejecutivo de VFW.
También con José Zambrano; Gabriel Seguí y esposa; Javier Calvo; Juan Andrés Mompó, inconfundible siempre con su bolso y sus gafas de pasta negra y con Joaquín Martínez. Además, claro está, de los fotógrafos de la muestra, entre otras personalidades.
Entre foto y foto dio tiempo a a hablar con algunos de los protagonistas.
Álex Vidal, por su parte, y por su condición de director de la pasarela, además de agradecer a todos aquellos que les están «echando una mano», se enorgulleció de que «la VFW tenga cada vez más proyección». Además, aseguró que el AVE es «esencial» para este evento, y es por ello por lo que, «por primera vez, y gracias a la alta velocidad, los madrileños podrán estar y vivir también la semana de la moda valenciana».
Pero no sólo estuvieron en la inauguración diseñadores y fotógrafos. También pisaron el vagón algunos modelos como Matira Picardo; Diego Rodríguez; Axel Peiró y Álvaro Barberá, todo ellos jovencísimos y con unos cuerpos espectaculares.
Así que estuve rodeada, durante unas horas, por guapos, guapas, artistas del hilo y la aguja, fotógrafos de excepción y vías, trenes y megáfonos que anunciaban cuál era la próxima salida a Madrid.
Y por ello, para evitar la tentación de quedarme escondida en uno de los asientos del AVE, decidí desaparecer.
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