El proyecto depende del soterramiento de las vías en Torrent, junto a las antiguas cocheras.
Viajar de nuevo en el «trenet» no es un sueño descabellado. Los populares trenes de madera pintados de verde que llegaban hasta la playa de las Arenas forman parte del Museo del Transporte y una de las iniciativas incluidas en este proyecto es que algunas piezas se pongan en circulación en ocasiones señaladas, dentro de la difusión de piezas históricas.
Así lo aseguró ayer el director general de Transportes, Vicente Dómine, en un desayuno de trabajo donde presentó un libro y un deuvedé sobre las grandes estaciones del siglo XXI. El trabajo es el resumen de unas jornadas celebradas el pasado año en Valencia, con ponencias acerca del uso que se debe dar a las grandes construcciones ferroviarias, tanto antiguas como modernas, que se integran como elementos de primera magnitud en el casco urbano de las ciudades.
A preguntas de LAS PROVINCIAS, Dómine defendió que hay mucho trabajo hecho sobre el futuro museo, además de citar la labor de la cátedra Demetrio Ribes. Su titular, Inmaculada Aguilar, presente en el desayuno, comentó que el próximo año se han previsto otras jornadas relativas al ferrocarril.
La explotación de las líneas de Metrovalencia para que circulen piezas históricas se haría fuera del horario del metro y el planteamiento no tiene un propósito turístico, matizó el director general. Por Torrent pasan las líneas 3 y 5.
De momento se han restaurado 40 vehículos, la práctica totalidad de lo que se necesita para abrir el museo al público. «Si me pregunta como director general, diré que me gustan todas. A título particular destacaría una unidad de la línea 28 de Lisboa», comentó.
El museo se repartirá entre Valencia y Torrent. La primera opción era utilizar las naves protegidas del futuro Parque Central que recaen a la calle Filipinas, aunque finalmente habrá una «bisede» con la mayor parte de las piezas en Torrent, en las antiguas cocheras de Ferrocarrils antes de la apertura del recinto de Paiporta. Dómine vinculó esta iniciativa con el soterramiento de las vías del metro, para lo que se firmará un acuerdo con el Ayuntamiento, mientras que en Valencia una de las naves ya se ha reformado, en un conjunto de cuatro almacenes y talleres, atribuidos al arquitecto Demetrio Ribes, autor de la estación del Norte.
Aguilar destacó que se ha buscado tener en el museo una pieza de cada época significativa de la historia del transporte público en la Comunitat. Trenes, trolebuses y vagones de tranvía formarán parte de la muestra. El decano del Colegio de Arquitectos, Ramón Monfort, bromeó preguntando si habría alguna representación de la línea «la Panderola», el tren que unía Onda y el Grao de Castellón. Sí que habrá una pieza, reciente adquisición para la exposición en Torrent.
La nave de Valencia (está por decidir si más de una) quedará para muestras temporales y otras actividades, aunque no se descarta el traslado de una parte del material móvil. El acceso a este recinto estará presidido por unas puertas metálicas de gran tamaño, desmontadas de su ubicación anterior justo al otro lado, por donde se entrará a la estación Joaquín Sorolla del AVE y más líneas de larga distancia. «Que nadie piense que han desaparecido, están a buen recaudo y en restauración», finalizó Dómine.
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