ESPAÑA - "Nos tratan como a ganado"

Los usuarios del metro se muestran indignados por el caos vivido al coincidir tres averías y el paro en la hora punta de la mañana

El comité califica la huelga parcial como la de mayor seguimiento

BILBAO. "No sé de quién es la culpa, pero no hay derecho: nos tratan como a ganado que va al matadero". Esta fue una de las muchas quejas que ayer se pudieron oír entre los viajeros del suburbano durante el paro parcial con más seguimiento de todos los convocados hasta ahora en el metro de Bilbao. La jornada se volvió complicada cuando a los paros programados se sumaron tres averías en las dos horas de la huelga, lo que provocó ayer una hora punta caótica. Por su parte, los sindicatos valoraron con gran satisfacción una movilización en la que tan solo un conductor trabajó exceptuando los que pilotaban los convoyes asignados a los servicios mínimos. Sin duda, la tensión existente entre la plantilla aumentada por la decisión de la dirección de congelar los sueldos para este año y aplicar la medida de forma retroactiva para el último año animó a más trabajadores a secundar el paro.

"Ha sido una locura, los trenes iban a tope y llegábamos a estaciones totalmente llenas. Luego hemos tenido que esperar en la estación de Basarrate oliendo a quemado en el ambiente", aseguraba ayer Aitor L., vecino de Basauri, uno de los miles de usuarios que se vieron atrapados ayer en el paro de la hora punta de la mañana y la avería más grave que registró el transporte.

Aitor, que iba a su puesto de trabajo en Barakaldo, relata cómo "he tomado el metro en la estación de Basauri a las 7.46 y, como era lógico, estaba hasta arriba por el paro; eso ya lo preveía". Lo que le sorprendió desagradablemente fue lo ocurrido después. "Cuando hemos llegado a Basarrate -indica-, el tren se ha parado y allí hemos estado esperando con un fuerte olor a quemado que creo que procedía de nuestro mismo metro".

OTRA VEZ, FALLO EN LOS FRENOS Pero no era así. Según explicaron fuentes del metro, pocos minutos antes, un convoy que viajaba vacío y se dirigía a cubrir el servicio habitual, una vez finalizadas las dos horas de paro, tuvo una avería en el sistema de tracción que lo dejó clavado en mitad del túnel que conecta las estaciones de Basarrate y Santutxu. Aitor reconoce que el conductor de su convoy sí informó por megafonía de que una unidad por delante tenía problemas y que no podría circular hasta que le dieran permiso. "El conductor no ha especificado cuánto se iba a tardar en resolver el problema, por lo que mucha gente ha optado por marcharse y salir para tomar un transporte alternativo", explica.

Los pocos taxis que había en la parada de la campa de Basarrate, donde se ubican los accesos del metro, hicieron ayer su agosto con los viajeros que tenían que llegar a sus puestos de trabajo. Lorena fue una de las usuarias del metro que "además de pagar por el billete del metro, he tenido que abonar otros 8 euros para llegar a tiempo a trabajar". Esta usuaria habitual describe cómo "he tenido que coger el taxi con otra compañera y por la emisora se oía constantemente que se pedían coches porque la parada estaba llena de clientes". De hecho, comenta que su propio chófer ha indicado a la emisora: "Sí, mandad rápido taxis que hay gente suficiente como para llenar dos autobuses".

Fuentes de la compañía especificaron que la avería fue provocada por "un fallo en dos frenos neumáticos" de la unidad, lo que provocó el fuerte olor a quemado, igual que ocurrió el pasado 2 de enero con otro convoy que sufrió la misma avería. Aunque en un principio el equipo técnico trasladado hasta la unidad afectada pudo resolver el problema en el mismo túnel, al final "ha sido necesario devolver el tren al taller de Ariz y suprimir dicha circulación", indicaron desde la empresa.

La repercusión de este problema no solo afectó al centro de Bilbao. La hora en que se produjo, tras concluir el paro convocado, la masiva asistencia de viajeros, y la orden de dar más servicio al tronco común implicó que las estaciones más alejadas del centro de la línea 1, como Plentzia y Urduliz, estuvieran casi una hora sin trenes. Eso supuso, por ejemplo, que los usuarios de las estaciones de Getxo, tuvieran que esperar en los andenes hasta 45 minutos a que llegara un convoy en dirección a Bilbao, con el consiguiente enfado de los afectados.

Esta ha sido la avería que más repercusión ha tenido en la red del suburbano -hasta pasadas las nueve de la mañana no se recuperó la normalidad-, pero, además, previamente se habían registrado otras dos incidencias más. "La primera se ha producido a las 7.15 horas, debido a un fallo en el freno neumático de un tren. Ha sido necesario sustituir dicho tren por otro y suprimir el recorrido entre Basauri y Etxebarri", explicaron fuentes del metro. El segundo percance inesperado tuvo lugar también a la misma hora, esta vez en la estación de Ariz, "en donde un tren ha tenido problemas con el cierre de las puertas y ha retomado su funcionamiento posteriormente", especificaron las mismas fuentes.

SEGUIMIENTO CASI TOTAL Unas averías que agravaron la situación con una huelga parcial que fue masivamente seguida, según los sindicatos convocantes. En un comunicado, el comité de huelga especificó que el paro fue "muy exitoso, ya que ha sido superior a convocatorias anteriores que, de por sí, ya eran exitosas".

Los datos aportados son clarificadores. Aseguran que, aparte de los conductores que manejaban los convoyes integrados en los servicios mínimos, "tan solo un conductor ha acudido a trabajar en los horarios de paro, por lo que el seguimiento en conducción ha sido del 95%".

Por lo que se refiere a las estaciones, el seguimiento superó el 85% de la plantilla. Los sindicatos indicaron que en este paro no se puede contabilizar a la plantilla que trabaja en los talleres y en las oficinas, ya que entran a trabajar a las ocho de la mañana.

La empresa sí incluye esa parte de los trabajadores y aportaba en consecuencia datos diferentes. En una nota, aseguraba "con respecto a la plantilla de Metro Bilbao, han sido 101 personas las que han secundado la huelga", incluyendo en este colectivo a las 26 personas que se encontraban en cursos de formación.