La reestructura del servicio ferroviario está entre los primeros puntos en la agenda del gobierno. La reforma apunta esencialmente al transporte de carga, a fin de alivianar a las carreteras.
Con 1.049 funcionarios y 20 locomotoras en actividad, la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE) atraviesa los momentos previos a un cambio del que el sistema político ajusta sus últimos detalles.
El ente no cuenta aún con presupuesto asignado, y está a la espera que se defina y entre en vigencia su reforma, trabajosamente negociada con el sindicato que no quiere ni oír hablar de una asociación con capitales privados. En tanto, cumple con tareas de transporte de mercadería y pasajeros, y realiza mejoras en las líneas donde el traslado de carga más crece.
AFE transportó el último año 1.350.000 toneladas y tiene como objetivo llegar a las 3.500.000 al final de este período de gobierno, dijo a El País el presidente del organismo, Alejandro Orellano.
Las autoridades de AFE pretenden cumplir con la demanda insatisfecha de sus actuales clientes y de otros que se puedan sumar. AFE tiene en carpeta adquirir 10 locomotoras y entre 300 y 400 vagones.
Recientemente, se terminaron las obras en 422 kilómetros de vías férreas entre Estación Pintado (Florida) y Rivera. La prioridad de una segunda etapa de obras de AFE está centrada en el mismo tramo, poniendo más durmientes y rieles para así incrementar la velocidad de los trenes.
Luego, se realizarán obras en el litoral, donde es importante el transporte de granos y madera, en busca de aumentar la cantidad de toneladas que se puedan trasladar. En tercer orden, AFE prevé mejorar el ramal Montevideo-Río Branco.
Pasajeros. En tanto, el transporte ferroviario de pasajeros está restringido al área metropolitana desde Montevideo a 25 de Agosto, con conexiones a San José y a Florida.
Las cifras oficiales que maneja AFE indican que son 500.000 los pasajeros que transporta al año, número similar al que Cutcsa -la principal empresa de transporte urbano capitalino- traslada por día.
Las expectativas del ente son más bien humildes en cuanto a este aspecto del transporte ferroviario, aunque se hicieron más ambiciosas las últimas semanas. La idea es tratar de mejorar el servicio existente y generar algunos nuevos destinos; la oportunidad que se divisa más segura es la de crear una conexión Salto-Concordia-Buenos Aires. Para esto, AFE cuenta con el impulso de los presidentes José Mujica y Cristina Fernández y el interés de una empresa argentina con experiencia en el área, que ya realizó viajes de prueba a Uruguay.
El próximo 29 de agosto, Fernández se subirá en Concordia al viaje inaugural de esta conexión y será recibida en Salto por Mujica. Luego, los gobiernos, la empresa privada que explota el servicio de trenes en Argentina y AFE deberán definir el marco legal y operativo que permita que esa línea sea frecuente.
Las cifras
1.350.000 Son las toneladas que transportó AFE el último año, fundamentalmente cemento, combustible arroz, otros granos y madera.
3.500.000 Es la cantidad de toneladas que el ente ferroviario pretende transportar anualmente al final de este período de gobierno.
Schiavi: un proceso parecido al argentino
El secretario de Transporte argentino, Juan Pablo Schiavi, visitó Montevideo el viernes y destacó que es un "muy buen momento" del transporte entre Argentina y Uruguay, en lo aéreo, marítimo fluvial y carretero.
"Ahora hay que cumplir el mandato de los presidentes, de que a partir del 29 de agosto podamos restablecer la conexión ferroviaria de pasajeros entre Argentina y Uruguay, con lo cual tendríamos todas las modalidades de transporte que nos vinculen", dijo a El País.
Sobre los cambios que las autoridades operan en el transporte ferroviario uruguayo, Schiavi consideró que "es un proceso muy inteligente, parecido al que hizo la Argentina hace tres años".
"El gobierno de la presidenta Kirchner decidió el desarrollo de dos compañías públicas ferroviarias, una a cargo de la infraestructura y otra que tiene la estructuración jurídica de una compañía privada pero que es de capital estatal y que puede operar ferrocarril y establecer alianzas estratégicas con el Estado y privados", acotó.
Para Schiavi, el "modelo neoliberal" de la década del 90 tuvo una "política unívoca" de que "era malo el sostenimiento de infraestructura por parte del Estado". Agregó que por ello "el sistema ferroviario se ha deteriorado mucho" y que su recuperación "implica un cambio cultural".
El País Digital
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