viernes, 3 de diciembre de 2010

Acusaciones cruzadas por los trenes


MADRID.- Angel Gómez Ramos. Ese es el funcionario español que concentró la furia del entorno del secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en uno de los negocios más polémicos de los últimos años: la compra al gobierno de Rodríguez Zapatero de material ferroviario que en gran parte quedó arrumbado como "chatarra" en la Argentina, según consta en decenas de e-mails que recuperó la Justicia y que reconstruyó La Nacion en esta capital.
Los dardos de los asesores, lobbistas e intermediarios de Jaime, Manuel Vázquez y Miguel Angel Lorente, contra Gómez, un director de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe), fueron durísimos, cargados de insultos, amenazas y acusaciones por delitos. Y la razón de tanta furia fue, según surge de esos e-mails, porque él y "sus socios" quisieron quedarse con una tajada mayor mientras su nombre sonaba en otro escándalo en Chile.
"Tenemos todo para ganar y para joder a todos estos delincuentes", le reportó Vázquez a su socio Lorente, radicado en esta capital, en mayo de 2007. Por eso le pidió que le dijera "al HP de Gómez" que, tras dos años de idas y venidas para completar la operación no había "justificativo para los mayores costos que le significarán al Gobierno las cagadas del señor Gómez y sus socios", entre ellos otro funcionario español, el director de Expansión Económica (hoy P4R), Juan Barba.
Pulseada
De ambos lados del Atlántico, lobbistas y funcionarios pujaban por un negocio multimillonario al que los presidentes Néstor Kirchner y José Luis Rodríguez Zapatero dieron forma de acuerdo entre Estados en octubre de 2005. En los correos aparecen discusiones sobre comisiones y "costes políticos", y alusiones explícitas al deterioro de parte de ese material ferroviario.
"Están haciendo un reportaje fotográfico con lo peor, que nos puede servir para que por arriba piensen que es chatarra y facilitar que acepten nuestros precios", se ilusionó Lorente al informarle a Vázquez, en abril de 2005. En otro correo, añadió: "Al parecer, los técnicos argentinos han podido apreciar el estado de abandono" del material. Ante La Nacion, sin embargo, Lorente negó el viernes pasado que se tratara de "chatarra", una "versión" que atribuyó a los sindicatos y concesionarios en la Argentina y al propio diario La Nacion.
Gómez y Barba, en tanto, no fueron los únicos funcionarios españoles que cosecharon las diatribas de los emisarios de Jaime. También otro director de Renfe, Apolinar Rodríguez, un sindicalista que en los años 80 cobró notoriedad como el gran dolor de cabeza del entonces presidente socialista, Felipe González. Vázquez lo llegó a amenazar, en mayo de 2005, con desatar "un conflicto de proporciones incontrolables" si Renfe no acomodaba sus tiempos al gusto criollo.
Ante la consulta de La Nacion, desde P4R reconocieron que los e-mails que cruzaron Barba y Vázquez "existieron", pero que los aranceles cobrados en la operación fueron válidos y no respondieron a "costes políticos".
Desde Renfe, en tanto, indicaron que no tienen "absolutamente nada que decir", que la compañía estaba "espantada" con lo que se publica por estos días en la Argentina y que esperaban "el momento indicado" para dar su versión.
OPERACION RENFE
  • El acuerdo. La Argentina firmó un convenio con España en 2005 para comprarle material ferroviario que debía ser reparado por más de 1000 millones de pesos.
  • Complicaciones . Las gestiones la llevaron adelante el lobbista Manuel Vázquez (asesor de Ricardo Jaime) y su socio madrileño, Miguel Lorente. Hubo una larga disputa por la inclusión de comisiones y "costes políticos" en el precio final de los trenes.
  • Máxima tensión . En las discusiones por cobrar su parte, Vázquez y Lorente llegaron a amenazar a funcionarios españoles con desatar un escándalo mediático. En sus cruces de mails acusan de corruptos a esos funcionarios. Al final, cobraron dos años después de la firma del convenio original.

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