viernes, 16 de septiembre de 2011

El tranvía que recorre el sur de la ciudad

Por Angeles Castro | LA NACION

Twitter: @AngiCas   

Cuando comenzó a recorrer las calles porteñas, allá por abril de 1987 en una prueba piloto y definitivamente en agosto del mismo año, las crónicas de la época hablaban de él como "una versión moderna del tranvía tradicional", que llegaba para "ayudar a resolver los crónicos problemas de incomunicación que afectan las posibilidades de progreso de Flores, Villa Lugano y Villa Soldati".
Hoy, 24 años después, el Premetro, que une las cabeceras Intendente Saguier, Centro Cívico y General Savio a lo largo de siete kilómetros y 17 paradas, volvió a quedar en el centro de la atención, pero esta vez por haber protagonizado, junto con un colectivo y un camión, el segundo choque de magnitud en la ciudad en tan sólo 48 horas.
Se trata, precisamente, del único medio con la modalidad de tranvía aún existente en la Capital, entendida aquélla como un tren liviano que comparte áreas de circulación con otro tipo de vehículos.
El Premetro transita los primeros 800 metros de su trayecto habitual en una zona compartida con autos, colectivos y camiones; fue dentro de este sector donde ocurrió el accidente de ayer. Luego, en casi el 90 por ciento de su traza, circula por una vía exclusiva.
Las velocidades de circulación oscilan entre los 25 km/h en el área de circulación general y 50 km/h en el sector exclusivo.
Si bien el servicio se empezó a brindar con antiguos coches de subte reacondicionados, hoy la flota -constituida por nueve coches con capacidad para 120 personas cada uno- tiene una antigüedad de 22 años, ya que el Estado renovó los vagones por otros nuevos, poco después del estreno del Premetro.
Así lo informaron voceros de Metrovías, la concesionaria encargada de administrar la prestación, que también opera la red de subtes y el ferrocarril Urquiza.
En el mantenimiento de la flota, la empresa invierte -según la misma fuente- 300 millones de pesos anuales. Más allá de las tareas de mantenimiento que realiza el departamento homónimo, cada día, antes de que un tren es puesto en funcionamiento por el Departamento de Operaciones, se lo somete a una revisión técnica que incluye varios ítems de modo de garantizar que el vagón cumpla las condiciones de seguridad necesarias para entrar en servicio. Se trata de un chequeo similar al que se efectúa en los aviones antes de un vuelo.
La formación Materfer N° 17, siniestrada ayer, había pasado con éxito ese control -incluido el sistema de frenos- en las horas previas al accidente, según confirmó la Secretaría de Transporte de la Nación.
Estas medidas sirven como reaseguro para las 10.000 personas que cada día hábil viajan a bordo del Premetro por los barrios de Flores, Villa Soldati y Villa Lugano, entre las 5.30 y las 21, horario en el que circula, con una tarifa de $ 1,10.
Para una mejor prevención, el delegado de los trabajadores Néstor Segovia reclamó ayer una correcta delimitación de las vías por las que corre el Premetro para evitar que sean invadidas por conductores de otros vehículos, ya que ante un avance resulta imposible frenar los vagones. Lo hizo poco después de ocurrido el accidente y luego se llamó a silencio.

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